“Nunca había deseado tanto aterrizar en casa”, declaró ayer Alberto Hernández nada más pisar el aeropuerto de Gran Canaria tras cuatro días de cancelaciones en Barajas. Este joven isleño fue uno de los afortunados que llegaron ayer a las Islas desde Madrid tras pasar días de incertidumbre en el aeropuerto de la capital española, donde las operaciones con Canarias no se normalizaron hasta ayer debido a las fuertes nevadas provocadas por la borrasca Filomena. Desde el pasado sábado se cancelaron unas 120 operaciones entre Madrid y el Archipiélago, y fue ayer cuando desaparecieron las anulaciones de los paneles y se realizaron los 24 vuelos previstos, algunos con más de una hora de retraso.

Para Hernández llegar a casa fue un auténtico “milagro” después de haber pasado varias noches durmiendo en el suelo de un aeropuerto abarrotado y sumido en “el caos”. Personas tiradas por el suelo, falta de distanciamiento social y mucho frío, fueron algunos de los ingredientes de la pesadilla. Su vuelo estaba previsto para el viernes por la noche, pero las intensas nevadas provocaron que Iberia tuviera que reprogramar el trayecto hasta en tres ocasiones. “Es muy duro pensar que no hay otro medio para llegar a tu casa. Salir del aeropuerto era prácticamente imposible, lo único era coger un metro y buscarte la vida sin ayuda de la compañía”, explica el joven canario. Hernández , a pesar de todo, se siente afortunado por haber tenido la oportunidad de teletrabajar sin poner en peligro su puesto.

También agradecieron llegar a Gran Canaria, Keila Suárez y Daniel Lemes, dos jóvenes canarios que eligieron la “peor fecha” para darse un salto a la capital. “Nunca pensamos que nos costaría tanto volver de un viaje turístico”, reconoció Suárez, quien aseguró que Ryanair les facilitó la estancia en un hotel cercano durante las dos noches que se quedaron bloqueados en Madrid. “Por lo menos tuvimos un lugar caliente en el que pasar la noche”, agradecieron ambos jóvenes.

Lo que más le preocupaba a Suárez era el tiempo perdido de clases. “Con las cancelaciones y el tiempo que ahora debo esperar para hacerme la PCR voy a perder una semana entera en la universidad”, lamentó.

La prueba diagnóstica del Covid también preocupaba ayer a Hernández, a quien –debido a las cancelaciones– se le había caducado su PCR por haber pasado el plazo máximo de 72 horas. “Hacerme una prueba nueva es un problema añadido a los muchos que he vivido estos días”, explicó el joven en su llegada al aeropuerto de Gran Canaria.

Y cómo Hernández, muchos residentes y turistas se enfrentaron ayer a la misma situación. Por ello, la Consejería de Sanidad canaria anunció ayer que “debido a los cambios de vuelos provocados por el temporal Filomena, Canarias aceptará Pruebas Diagnósticas de Infección Activa realizadas con más de 72 horas de antelación a aquellos viajeros nacionales afectados”. Las pruebas válidas ahora serán aquellas que se hayan realizado durante los tres días anteriores al primer vuelo cancelado. Una medida que tan solo se permitirá a los viajeros afectados por el bloqueo de Barajas.

La recuperación del tráfico aéreo entre Canarias y la capital también permitió ayer llegar a algunos turistas madrileños que tras perderse los primeros días de sus vacaciones en las Islas aterrizaron en el aeropuerto con ganas de disfrutar del “buen tiempo”. Fue el caso de Daniel Mosquera, quien en un principio tenía que haber llegado a Gran Canaria el pasado sábado, pero su vuelo se canceló hasta en dos ocasiones. “Lo peor de toda la experiencia ha sido la falta de información y de previsión. Las cancelaciones a última hora”, explicó el madrileño, quien reconoció sentirse afortunado por haber pasado estos días de incertidumbre en su casa de la capital, en lugar de en el aeropuerto “como muchos de los residentes canarios atrapados”.

A pesar de haber perdido un par de días de viaje, Mosquera aseguró tener suerte por la buena respuesta del alojamiento en Gran Canaria, que “ha aceptado sin problemas el cambio de fechas de la reserva”.

También se consideró afortunada, María González, una madrileña que pudo coger el vuelo ayer a pesar de las dudas hasta el último minuto. “No me separé de las noticias hasta el último momento, que tuve que salir para el aeropuerto”, explicó González. Para ella, lo más complicado del trayecto fue el viaje en metro hasta Barajas. “Madrid es una pesadilla, nunca había visto tanta gente desesperada por entrar en los vagones”, explicó González, quien aseguró que desde que pueda se realizará un prueba PCR para asegurarse de que no ha “pillado el virus de camino a las Islas”.

La mejora de las condiciones climatológicas, a pesar de las bajas temperaturas en la capital, permitieron que ayer ya estuvieran en marcha la Terminal 1 y la Terminal 4 y la 4S del aeropuerto de Barajas. Compañías como Ryanair emitieron un comunicado desde primera hora de la mañana asegurando que esperaban operar todas su conexiones. Air Europa también anunció a través de sus redes sociales que esperaba “normalizar todas las operaciones de sus vuelos”, aunque la compañía reconoció que podrían “producirse retrasos y cancelaciones puntuales”. Iberia, por su parte, aclaró que entre hoy y mañana “operará más del 80% de los vuelos de largo radio que tenía previstos desde Madrid”. Además, en su red de corto y medio radio, también incrementó el número de vuelos programados y “ofrecerá más del 60% de las conexiones entre Madrid con España y toda Europa”, según informaron desde la compañía. A pesar de ello, , la compañía ha ampliado la flexibilización de las condiciones de las tarifas hasta el próximo viernes, 15 de enero. De forma que los viajeros podrán cambiar su fecha de vuelo hasta el 20 de marzo.