La actividad en Barajas comenzó ayer a normalizarse con muchas limitaciones. Tanto fue así que durante la jornada se canceló el 73% de las operaciones previstas entre el aeropuerto madrileño y las Islas. Una situación que continúa dejando a cientos de canarios tirados a ambos lados de la ruta. De las 33 operaciones previstas, tan solo se realizaron nueve, –una salida y dos llegadas en el aeropuerto de Gran Canaria, dos salidas y una llegada en Tenerife Norte, dos salidas en Tenerife Sur, y una salida en el aeropuerto de Lanzarote–, y se cancelaron las otras 24. Ya en las primeras horas del días se anularon 14 operaciones y 10 más lo hicieron con las noticias de la tarde. Datos que se suman a las 84 operaciones ya canceladas entre el sábado y el domingo.

Las islas menores fueron ayer las más afectadas por la anulación de los vuelos, ya que perdieron casi la totalidad de las conexiones. Ya a las 11.00 horas de la mañana las dos operaciones con Fuerteventura y las dos de La Palma aparecían en rojo en las pantallas de las instalaciones aeroportuarias. Y de las cuatro previstas con Lanzarote, tres aparecían canceladas antes de las 16.00 horas. Solo un avión de Iberia Express logró despegar desde Lanzarote pasadas las 14.30 horas.

La ola de frío que azota a la Península no ha facilitado la puesta en marcha de Barajas, que hasta el domingo mantuvo todas sus pista bajo un manto blanco. Los operarios lograron poner en marcha a última hora del domingo dos pistas para reactivar el flujo de salidas desde la capital, pero las primera llegadas no se produjeron hasta ayer, y solo a través de la terminal 4. Durante las últimas horas de la tarde Aena informó a través de su cuenta de Twitter de que se intentaría restablecer la operativa de la terminal 1 de “forma muy gradual”.

Lo cierto es que compañías como Ryanair, que en condiciones normales operan en la terminal 1, tuvieron que volver a cancelar ayer todas sus operaciones con Canarias. “Estamos trabajando en estrecha colaboración con el aeropuerto para llevar a los clientes a su destino final cuando la T1 vuelva a abrir. Ryanair pide sinceras disculpas por las cancelaciones debidas a condiciones climáticas que escapan del control de la aerolínea”, informaban a los pasajeros ayer a través de su cuenta de Twitter.

Y es que las redes sociales han servido a muchos de los pasajeros para enterarse de los pasos a seguir ante las cancelaciones. Algunos incluso se quejaban de la falta de información por parte de las compañías aéreas, que olvidaron informar de las cancelaciones por correo electrónico. Además, los teléfonos de atención al cliente comunicaban durante minutos sin dar respuesta a las dudas de los pasajeros.

Grazia Ficarella, una joven economista de Tenerife, tuvo que esperar ayer hasta el último momento para saber si se cancelaba su vuelo de Iberia a Madrid programado para las 18.50 horas desde Tenerife Norte. La idea de Ficarella era cambiar el vuelo para los próximos días y así asegurar su llegada, pero al sacar el pasaje a través de una página intermediaria la gestión era complicada. “Ahora no tengo manera de volver esta semana, ya que no hay vuelos hasta el viernes por la tarde”, aclara la joven, quien ha tenido que llamar a su trabajo para explicar los motivos de su ausencia. La economista denuncia, además, la falta de información por parte de la compañía. “Llamas mil veces y si tienes suerte y te lo cogen tampoco consigues que te resuelvan nada”, lamenta.

Ante la falta de soluciones a través de los medios tradicionales, algunos jóvenes recurrieron a Twitter para modificar su reserva. Así lo logró Natalia García, una joven estudiante de Gran Canaria que al ver la situación en la que se encontraba Madrid optó por adelantarse y reprogramar su vuelo con Air Europa previsto, en un principio, para la tarde de ayer.

“Llegar al aeropuerto y no poder acceder a mi casa con dos maletas por la nieve me daba mucho miedo, así que preferí cambiarlo”, declara García, quien pasó horas al teléfono sin obtener respuesta. La única solución que encontró fue enviar un mensaje privado a la compañía a través de Twitter con el localizador, lo que le permitió cambiar su plaza a un vuelo al domingo. Y como García, se han visto otras estudiantes como Cristina Saavedra y Alicia Arencibia, dos compañeras de piso que, ante la cancelación de sus vuelos, solo han logrado billetes para viajar el próximo fin de semana. “La universidad nos ha dado facilidades e incluso nos ha retrasado exámenes”, apunta Saavedra.

La jornada de ayer en los aeropuertos canarios fue para muchos “el día de la marmota” de Bill Murray. Algunos canarios volvieron al aeropuerto por tercera vez con la esperanza de ver que los vuelos operaran con normalidad tras dos días de cancelaciones. Fue el caso de Nauzet González, un joven militar de 27 años que llevaba desde el sábado por la mañana intentando llegar a a la capital. Su vuelo con Ryanair ha sido cancelado y reprogramado tres veces, por lo que ayer decidió, junto a sus compañeros, comprarse un nuevo vuelo con destino Sevilla con la esperanza de llegar a Madrid por otra vía.

“Comienzo la formación militar en Getafe y tengo que llegar sí o sí”, explica González, quien además del vuelo tuvo que comprarse un billete de guagua para llegar a la capital gastando un total de 100 euros.

El tráfico aéreo en el Archipiélago cae un 52% en 2020

El tráfico aéreo en Canarias cayó un 51,8% en 2020 respecto al año anterior como consecuencia de la Covid-19, que provocó caídas generalizadas en toda Europa, según el gestor del tráfico aéreo, Enaire que en el año coordinó 851.520 vuelos en todo el país. En España la caída fue de un 60,4%. Los vuelos nacionales (233.502) son los que mejor evolucionaron en el año, con una caída del 46,2%, mientras que los internacionales (430.099) se redujeron un 65,6% y los sobrevuelos, aquellos que no tienen su origen ni destino en un aeropuerto español, (187.919) bajaron un 59,6 %. De todos los vuelos, el 51% fueron movimientos internacionales; el 27%, nacionales, y el 22% restante, sobrevuelos. Todos los centros de control de Enaire registraron caídas en el tráfico en 2020: en Barcelona descendieron el 63,8%; en Palma, el 62,9%; en Madrid, el 59,9%; y en Sevilla, el 56,8%. El cómputo de los vuelos en algunos caos es doble, porque se contabiliza tanto el aeropuerto de salida como el de llegada. En el mes de diciembre, Enaire gestionó 55.955 vuelos, el 62,4% menos que en ese mes del año anterior, con una caída del 70,8% en los vuelos internacionales, del 44% en los nacionales y del 60,6% en los sobrevuelos.