La Policía Nacional ha desarticulado recientemente una red que presuntamente organizó decenas de pateras para que varios cientos de migrantes, en su mayoría magrebíes, pudieran alcanzar Canarias procedentes de Marruecos. La operación se dio por finalizada con la detención de 19 personas por todo el territorio español, diez de ellas en Lanzarote. Los ocupantes de las embarcaciones pagaban hasta 1.500 euros para poder alcanzar el Archipiélago y en algunos casos eran retenidos en la costa marroquí si no hacían frente a este pago tras reservar su plaza.

Un testigo fue quien puso en la pista a los agentes al indicar que tenía conocimiento de la existencia de una organización criminal que, supuestamente, se encargaba de preparar los trayectos en infraembarcaciones que salían desde la costa occidental marroquí, sobre todo desde la localidad de Dajla, para que los migrantes pudieran alcanzar el Archipiélago de manera irregular. Los investigadores confirmaron este hecho y detectaron que la mafia contaba con dos subestructuras, una de ellas en Marruecos y la otra en España.

La asentada en el Reino Alauita se encargaba de la planificación y organización de los viajes, además de captar a los migrantes que querían llegar a las Islas. Estos tenían que reserva las plazas previo pago de 1.000 a 1.500 euros. Por su parte, la rama española estaba basada en Lanzarote, concretamente en un piso de Arrecife y en una finca rural.

Una decena de personas radicadas en la Isla colaboraban con la planificación de las travesías, encargándose del aparato logístico de la organización en España, según informó ayer en un comunicado de prensa la Dirección General de la Policía Nacional.

Las pesquisas determinaron que esta red había logrado trasladar hasta las Islas a “varios cientos de inmigrantes” en decenas de embarcaciones, con las que habían obtenido un beneficio que podría alcanzar los 75.000 euros, señaló la Policía Nacional. No obstante, antes de subirse a la patera los ocupantes debían pagar además entre 500 y 1.500 euros. Si no hacían frente a este pago, los miembros de la organización criminal no dudaban en retenerlos contra su voluntad hasta que lo hicieran efectivo.

Los investigadores realizaron, asimismo, tres registros en inmuebles de Lanzarote, donde se intervinieron de tres vehículos, ocho teléfonos móviles y material informático. Asimismo, descubrieron que si bien la red tenía su base en el Archipiélago, esta tenía ramificaciones por toda la Península. Así, los más de 70 agentes que participaron en la operación detuvieron a dos personas en Murcia, otras dos en Cádiz, y una en Almería, Granada, Huesca, Madrid y Málaga.

A los 19 detenidos, de los que 17 son de origen marroquí y los otros dos de nacionalidad española, se les imputan los delitos de pertenencia a organización criminal y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, blanqueo de capitales y falsedad documental.

Esta es la segunda operación contra el tráfico de personas a través de la migración irregular procedente del continente africano que se desarrolla en el Archipiélago este año. El pasado mes de junio se desarticuló otra organización, afincada sobre todo en Fuerteventura, y se procedió a la detención de 28 personas perteneciente a la red que transportaba inmigrantes desde Marruecos. En aquella ocasión, la organización había realizado una veintena de viajes y en el momento de su desintegración tenían preparadas ocho pateras más para partir hacia Canarias.

La investigación se desarrolló en la citada Isla, adonde se desplazaron agentes de la Unidad Central contra la Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental del Cuerpo Nacional de Policía con base en Madrid. Estos realizaron varias inspecciones, algunas de ellas en la localidad turística de Corralejo, para proceder a la detención de 12 integrantes de la red. A ellos se unieron otros 6 en Lanzarote, 4 en Tenerife, 3 en Castellón y uno en Gran Canaria, Ibiza y Calatayud. Cinco de los arrestados ingresaron en prisión.

Esta organización tenía su centro de operaciones en las localidades de Dajla y El Aaiún, desde donde partían pateras y lanchas neumáticas. La Policía Nacional estima que la mafia había ganado en torno a 350.000 euros por esta actividad ilícita, aunque durante los registros de inmuebles realizados en inmuebles de Fuerteventura, Tenerife y Castellón sólo se hallaron 5.630 euros en efectivo, 17 teléfonos móviles, material informático y documentación relacionada con la investigación.

Estas redes, cuya actividad se ha incrementado de manera considerable durante la segunda mitad del año debido al azote de la pandemia del coronavirus a la economía marroquí, escogen a un patrón para que se encargue de hacer llegar la embarcación hasta las Islas. Una vez en tierra, se mezcla con el resto del pasaje para así pasar desaparecido. Aunque en algunas ocasiones son los propios migrantes quienes delatan a quien dirige la patera. Ocurrió recientemente con la infraembarcación que zozobró cerca del muelle de Órzola, provocando la muerte de ocho personas ahogadas.

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) informó el pasado martes que tres de los migrantes reciben una protección especial al señalar al piloto de esta patera, a quien el Juzgado de Instrucción número 1 de Arrecife ordenó su ingreso en prisión por ocho homicidios. Esta protección se debe a que las mafias amenazan a los delatores aun encontrándose en territorio español.