Un tribunal de Senegal estudia el caso de un hombre acusado de ser responsable de la muerte de su hijo, un adolescente de 14 años que perdió la vida tras embarcarse en una patera que partió desde las costas africanas rumbo a Canarias.

Los hechos se remontan a mediados de octubre, cuando el acusado, Mamadou Lamine Faye, entregó 250.000 francos CFA (unos 381 euros) a un traficante de personas a cambio de que su hijo, que soñaba con ser futbolista, pudiese llegar a las Islas y, posteriormente, a Italia.

Sin embargo, el joven Doudou perdió la vida por el camino, según algunas fuentes después de que pusiera enfermo durante el trayecto, informa la emisora francesa RFI. Su cuerpo fue arrojado al mar por los pasajeros que viajaban con él.

Tres padres se sientan el banquillo, acusados de “poner en peligro la vida de sus hijos” y de “complicidad en el tráfico de migrantes”, si bien los otros dos acusados han logrado recuperar sanos y salvos a sus vástagos. La Fiscalía pide para ellos dos años de prisión, mientras que la defensa considera que se trata de una pena excesiva que solo tiene por objeto disuadir a otras personas de que se suban en precarias embarcaciones con vistas a pisar suelo europeo. La sentencia se conocerá el 8 de diciembre, según RFI y el portal Senego.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que más de 500 migrantes y refugiados han muerto este año intentando llegar desde la zona oeste de África hasta el Achipiélago, más del doble de las 210 víctimas registradas en todo 2019.

La espera de que Senegal se sume en los próximos días a los países que empezarán a aceptar ya la repatriación de sus nacionales, tras el cierre de fronteras al que llevó la Covid y la negociaciones establecidas por los ministerios de Interior y Exteriores, ayer se conoció que Argelia empezará a hacerlo en breve. Mauritania es de momento el único que ha recibido migrantes que accedieron de forma irregular a España, que también espera por la decisión de Marruecos.