El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el Delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, rechazaron ayer el ultimátum que ha dado la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, a los hoteles que acogen inmigrantes para que dejen de hacerlo antes de fin de año. Torres aclaró que no caben exigencias de este tipo ante la “situación dramática” que entraña la vigente crisis migratoria.

Los contratos entre los hoteleros y el Gobierno central expiran el 31 de diciembre y la intención de Migraciones es que los inmigrantes acogidos en esos hoteles estén por entonces “en otros espacios, que es lo que debe ser”, aseveró el presidente en referencia al plan presentado hace días en Las Palmas de Gran Canaria por el ministro José Luis Escrivá y que prevé realojar en breve en campamentos a los 6.000 inmigrantes acogidos en hoteles.

“Eso es lo que están pidiendo los empresarios, a los que agradezco la colaboración que han tenido. Lo que me parece es que no se puede decir que tiene que ser el 31 de diciembre sí o sí, porque, si finalmente es el 5 de enero, ¿qué hacemos con esas personas, las mandamos a la calle?”, apuntó.

Por su parte, Pestana, coincide con el presidente en rechazar el planteamiento de la alcaldesa de Mogán. "Veremos si antes del 31 de diciembre, en teoría, eso podría ser, pero en una situación de crisis, el ultimátum no me parece razonable", señaló el delegado, aunque puntualizó que esa imagen “es mejor” que la de los migrantes hacinados en el muelle de Arguineguín.

Pestana reiteró que el alojamiento de migrantes en complejos turísticos, unos 6.000, es una medida “temporal” y recordó que desde el Gobierno central ya se están habilitando varios espacios para tener nuevas alternativas. "Alguno ya está bastante avanzado y esperamos tenerlo disponible en pocos días", apuntó, medidas con las que se va a ir “generando confianza”, con el fin de que algo menos de un mes toda la red anunciada por el Estado para albergar unos 7.000 migrantes pueda estar disponible.