El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, echó ayer un nuevo pulso al PSOE, en esta ocasión al discrepar con él sobre la gestión de la crisis migratoria que sufre Canarias. Iglesias se mostró partidario de trasladar a migrantes a la Península ante el colapso del Archipiélago. Una estrategia totalmente contraria a la de los socialistas, que con la creación de 7.000 plazas de acogida en las Islas pretende convertirlas en el tapón migratorio de la UE, obligando a estas personas a quedarse en Canarias al no poder continuar su viaje a la Europa continental.

En su comparecencia en la comisión mixta para la Coordinación y Seguimiento de la Estrategia Española para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el también ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030 se alineó así con las reclamaciones que ha formulado en torno a esta crisis migratoria el presidente canario, Ángel Víctor Torres, así como la formación morada en las Islas, que se ha manifestado en contra de mantener en campamentos, muelles o naves a los migrantes que llegan a Canarias.

De esta manera, el vicepresidente segundo se sitúa en contra de lo que defiende el Gobierno de coalición del que forma parte Unidas Podemos. Este martes, la portavoz del Ejecutivo, la socialista María José Montero, volvió a rechazar que los migrantes se distribuyan por la Península, al estimar que con esta medida se alienta más a las mafias.

Unas afirmaciones que siguen la línea del ala socialista. El secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, realizó unas declaraciones en las que enfriaba las expectativas de Canarias de que se activen las derivaciones a la Península. Si antes el presidente Pedro Sánchez apelaba a la solidaridad de toda España ante la masiva llegada de inmigrantes al Archipiélago, Ábalos alejaba apenas un día después esta posibilidad al afirmar: “Facilitar el acceso a la Península sería tanto como normalizar los flujos y entendemos que no es la vía ni va a resolver la presión de Canarias”.

Ya antes, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, había descartado en su visita a Marruecos los traslados al vincularlos con “las políticas migratorias, que son del conjunto de la Unión Europea, y no sólo de España”. Sin embargo, la Comisión Europea le desmentía al negar que existan directivas comunitarias que impidan en este momento el traslado de migrantes dentro de un mismo país.

La actitud de Marlaska ya fue duramente criticada por la formación morada en las Islas, que llegó a solicitar la dimisión del ministro después de que más de 200 migrantes fueran desalojados de Arguineguín y dejados a su suerte, sin dinero, ni comida, ni agua. Un órdago que no fue recogido por la dirección nacional, que alegó que entre socios de Gobierno no se solicitan dimisiones y que llegó a asegurar que Podemos Canarias se había equivocado al pedirla. Durante su comparecencia, Iglesias reiteró la posición favorable de su partido a la hora de flexibilizar los criterios para facilitar la regularización de migrantes, si bien dejó claro que Unidas Podemos no cuenta con “la fuerza suficiente” para ello. “Nuestra posición la conocen. Hay que establecer vías legales y seguras para que nadie se tenga que jugar la vida para migrar, y hay que facilitar la regularización flexibilizando los criterios”, afirmó el vicepresidente en respuesta a la diputada de ERC María Carvalho.

El presidente de Vox, Santiago Abascal, insistió en la necesidad de que las Fuerzas Armadas actúen ante la crisis migratoria que vive Canarias y lamentó las “consideraciones políticas” que cree que realizó el almirante jefe de Estado Mayor de la Armada (Ajema), Teodoro López Calderón. El almirante rechazó su propuesta de realizar un “bloqueo naval” de las Islas y recordó que la obligación “moral y legal” de un barco de guerra en caso de encontrar una patera sería la de su rescate. |

Abascal apela al Ejército