La crisis migratoria que vive Canarias desde hace meses y la inacción del Gobierno central ha creado numerosas tensiones entre el Estado y las administraciones de las Islas. Estas últimas no terminan de entender por qué los ministerios del Interior, Defensa y Migraciones no actúan ante la llegada masiva de personas en pateras a las que no se les da una acogida en condiciones. En apenas 36 horas, las costas canarias veían cómo llegaban 1.080 migrantes en 40 embarcaciones, unas cifras que no se veían desde la crisis de los cayucos de 2006 y que coincidían con la visita oficial del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, al Archipiélago. El último de estos desencuentros ocurría ayer en Fuerteventura y era el propio presidente del Cabildo majorero, Blas Acosta, el que se encargaba de hacerlo público.

En un comunicado, el socialista se quejaba de que el ministro había mostrado una "falta de respeto absoluta" al abandonar la reunión que se celebró en el salón de plenos del Cabildo y criticaba su "desplante" al marcharse sin ofrecer ninguna solución concreta a los problemas planteados desde hace meses por parte de la Corporación. Fuentes del Cabildo confirmaron a Efe que el ministro se levantó y dio por finalizado el encuentro después de mostrar su descontento por las peticiones y las manifestaciones de Acosta, quien le reprochó no haber incluido en la agenda la visita a las ONG que trabajan con migrantes en la isla.

El ministro finalizaba ayer en Fuerteventura su visita oficial al Archipiélago para abordar una crisis migratoria que precisa de una urgente actuación del Estado, algo que el propio Escrivá reconoció el viernes en Gran Canaria al asegurar que hablaría con sus compañeros de Gobierno para que den una respuesta acorde a la gravedad de la actual situación. En el caso de la isla majorera, Escrivá aseguró que su Ministerio está valorando la posibilidad de contar con un Centro de Participación e Integración de Inmigrantes (CEPI) en El Matorral -a cuyas instalaciones acudió el ministro- pues recordó que la reapertura del Centro de Internamiento de Inmigrantes (CIE) es una cuestión que corresponde a Interior. "Estudiaremos que nosotros tengamos también en otra parte un centro de acogida donde estas personas estén en libertad una vez constatado que no tienen que retornar", aseguró.

Las ONG de la isla majorera han criticado la política de "parcheo" desde que a finales de 2019 se reabriera la ruta Canarias desde África con parada en Fuerteventura, pues denuncian que las autoridades locales y el Estado han improvisado una red de acogida en albergues del Cabildo y de Misión Cristiana Moderna, y en campos de lucha, escuelas hogares y hasta en naves industriales para que los migrantes pasen la cuarentena por la Covid-19.

Desde septiembre, el Gobierno central ha reubicado a estas personas en un hotel de Corralejo bajo el cuidado de Cruz Roja, donde en estos momentos conviven unos 130 africanos. Además, esta ONG dispone de varios pisos en Puerto del Rosario que, en la actualidad, acogen sobre todo a mujeres con sus hijos. Mientras llega la reapertura del centro de acogida de El Matorral, el ministro de Migraciones aclaró que el desvío de migrantes a recintos hoteleros será sólo "una opción transitoria".

Durante su visita a Fuerteventura, Escrivá -que también saludó a los trabajadores de Salvamento Marítimo en el muelle de Gran Tarajal- estuvo acompañado por la consejera regional de Derechos Sociales, Noemí Santana, que apeló a la "solidaridad interterritorial en la acogida" de los menores no acompañados que llegan en pateras a Canarias. En un comunicado, Santana aseguró que el Gobierno canario está dando respuesta a esta situación a través de la apertura de dispositivos de emergencia, pero que, a medio y largo plazo, será preciso contar con el apoyo del resto de las comunidades autónomas. Sobre la situación de Fuerteventura, Santana manifestó que hay "recursos y estables con plazas disponibles" para acoger a menores en el caso de que haya llegadas en las próximas semanas.

"Ni una sola respuesta"

No sólo el presidente del Cabildo se indignó con la falta de soluciones de Escrivá. También el diputado del grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura, Mario Cabrera, criticó que el ministro haya venido a Canarias a "repetir obviedades" y sin dar "una sola respuesta" a la crisis migratoria en las Islas.

"Después de meses de aumento incesante de la actividad de las mafias de la migración irregular en el Archipiélago durante los que el ministro no encontró un solo hueco en su agenda para venir a interesarse, ahora ha visitado Gran Canaria para justificarse", señaló el representante de CC en un comunicado. "Todo lo que ha dicho Escrivá lo sabemos aquí ya desde hace más de 20 años porque para los canarios no es un fenómeno nuevo", recordó Cabrera, que se quejó de que el ministro no aportara ni una sola propuesta nueva o concreta para luchar contra las mafias. El nacionalista señaló además que los servicios de vigilancia y control están peor que hace una década mientras que la atención que se presta a las personas que son objeto de la acción de estas mafias es tercermundista y sin planificación ni recursos suficientes.