"Lo que no vamos a hacer nunca es ir a hacernos fotos al muelle de Arguineguín; no voy a ir a ningún sitio a hacerme una fotografía y a instrumentalizar a los inmigrantes". Esas fueron las palabras de José Luis Escrivá hace apenas 15 días. En concreto el 22 de septiembre durante su intervención en el Senado. Pero hoy se hará la foto, y se la hará en un muelle de Arguineguín abarrotado tras llegar ayer en pateras y cayucos otras 119 personas. El titular de la cartera de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones aseguró que no es ese, hacerse una foto, el objetivo de la gira de tres días que arrancó ayer en Tenerife y continúa en Gran Canaria y Fuerteventura, pero tampoco tenía que ser ese el objetivo hace 15 días.

Sea como sea, lo cierto es que el expresidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal ha venido al Archipiélago. Lo ha hecho a la segunda tentativa, y la resultado la vencida. Atrás queda el malentendido con el Gobierno de Canarias, que lo esperaba a comienzos del mes pasado en una cita que avanzó el propio presidente del Ejecutivo autonómico, Ángel Víctor Torres.

En Tenerife, Escrivá visitó ayer la antigua cárcel de Santa Cruz, desde hace años reconvertida en centro para la atención de mujeres migrantes. El ministro también aprovechó para reunirse con el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y a última hora se cayó de la agenda la cita con el presidente de la corporación insular de Fuerteventura, Blas Acosta.

Hoy, en la visita a Arguineguín, que comenzará a las nueve de la mañana, Escrivá estará acompañado por Ángel Víctor Torres y autoridades locales. Luego, el ministro y la secretaria de Estado de Migraciones, Hana Jalloul, junto con el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, se reunirán con el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y el mismo Torres.