El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, reclamó ayer que el Estado español facilite el traslado de los inmigrantes que están en la Isla hasta el continente, puesto que el Archipiélago es solo su trampolín para llegar a Europa y no puede acoger a miles de personas de forma indefinida. Morales subrayó que el Estado no puede convertir a Gran Canaria "en una cárcel" o en una segunda Moria griega, en referencia al campamento de refugiados de la isla de Lesbos que se incendió hace unos días y que ha dejado a la intemperie a 13.000 personas.

Mientras se resuelve la situación legal de los migrantes que se encuentran actualmente en Gran Canaria, el presidente insular planteó que se acojan en las instalaciones militares, pues están preparadas para ayudas humanitarias.

Morales lanzó estas solicitudes tras la visita en la mañana de ayer al campamento de Arguineguín, acompañado de los vicepresidentes insulares Miguel Ángel Pérez y Concepción Monzón. Uno de los retenidos les gritó en francés: "Lo que queremos es trabajar".

"Es en el continente donde tienen sus vínculos de amistad y familiares, no queremos que Gran Canaria se convierta en una cárcel para ellos", manifestó Morales, quien apuntó que el Cabildo -que ha cedido instalaciones deportivas y albergues para 300 menores migrantes- ha colaborado en todo lo posible y "lo seguirá haciendo". No obstante, consideró que "esa no es la solución, seguir improvisando en instalaciones que no son las apropiadas".

Los militares españoles, según el presidente del Cabildo, "están formados en tareas humanitarias y lo han demostrado en distintos lugares del mundo, y en Canarias tienen camas suficientes para alojar a miles de personas, así que no se trata de que pongan objeción al uso de sus instalaciones, sino que no hay acuerdo entre los responsables de los dos ministerios y deben limar las diferencias". También pidió que se mantenga la presión al Gobierno central.