357 vidas en pausa. Las horas pasan demasiado despacio para los más de tres centenares de personas migrantes que aún aguardan en el muelle de Arguineguín a la espera de que la Delegación del Gobierno les reubique en un centro de acogida digno. Mientras tanto, su vida se para y no avanza. Y su realidad no es más que las cuatro paredes de las tiendas de campaña donde permanecen retenidas en tanto pasan la cuarentena obligada por la Covid-19, durmiendo al raso sobre el duro asfalto del dique y bajo un sol de justicia que ayer dejó en Arguineguín temperaturas que alcanzaron los 36 grados.

La imagen es cruel: unos buscan sombra bajo las mesas, otros en los ángulos muertos detrás de los baños químicos y otros tantos soportan el sofoco con prendas de ropa húmedas sobre la cabeza. Y en el aire la misma pregunta: cuándo podrán salir de allí. El calor ha sido tan fuerte y las condiciones en que se encuentran son tan difíciles, que Cruz Roja se vio obligada a instalar duchas en el extremo sur del espigón para que los migrantes pudieran refrescarse durante el día y estén en mejores condiciones.

De las 441 personas que permanecían hasta la mañana de ayer miércoles hacinadas en el campamento que Cruz Roja ha levantado en el muelle, 84 corrieron con más suerte. Pasadas las 13:00 horas del mediodía y bajo un sol que alumbraba con dureza, 20 personas fueron trasladadas por la Delegación del Gobierno en una guagua hasta un establecimiento hotelero de Las Palmas de Gran Canaria, y otras 64 más lo hicieron durante la tarde a otro de Maspalomas. Entre ellos tres niños.

Según explicaron ayer miembros de Cruz Roja que prestan sus servicios en este campamento, la gran mayoría de estas personas se muestra desanimada y desesperadas por salir de esa situación y ser conducidas a espacios en mejores condiciones. Y ayer los sentimientos fueron encontrados entre quienes marcharon y quienes han tenido que seguir esperando su turno.

Mientras que la veintena de migrantes que tomaron la guagua por la mañana lo hacía con una sonrisa en la cara y visiblemente animados, el nerviosismo se apoderó durante unos minutos de los migrantes que se quedaron en tierra y se produjo una pequeña rebelión en el campamento. Por ese motivo, los agentes de la Policía Nacional que custodian el muelle tuvieron que intervenir para restaurar el orden.

Desinfección

A su llegada al puerto moganero, los migrantes deben someterse a las pruebas para la detección de posibles contagios por coronavirus. De las 441 personas que permanecían allí hasta la mañana de ayer -ahora 357 tras el traslado de 84- solo 15 habían dado positivo, según informaron fuentes de Cruz Roja.

La organización humanitaria ha solicitado colaboración al Ayuntamiento de Mogán para las labores de desinfección de la zona. Una solicitud que la Corporación ha atendido y cuyos trabajos pondrá en marcha hoy, según fuentes municipales.

Bajo las doce tiendas de campañas habilitadas por Cruz Roja y otras dos aportadas por el Ejército de Tierra subsisten los migrantes subsaharianos que han llegado en las últimas semanas a la Isla, además de las personas rescatadas por Salvamento Marítimo durante la madrugada y la mañana de ayer, cuando los ocupantes de dos embarcaciones alcanzaron la Isla.

Una de ellas fue interceptada por Salvamento Marítimo con 25 personas a bordo y trasladadas al muelle de Arguineguín, mientras que la otra llegó por sus propios medios y tomó tierra en la playa de Maspalomas, en el municipio vecino de San Bartolomé de Tirajana. Las personas que viajaban a bordo emprendieron la huida, y por el momento el operativo de búsqueda ha localizado a 19 personas, según informó ayer el 1-1-2 Canarias. Tras la primera valoración efectuada por los servicios sanitarios, todos se encontraban en buen estado de salud.

Durante la jornada de ayer, Salvamento Marítimo rescató también a otras 41 personas en alta mar y que fueron trasladadas hasta el campamento habilitado en el muelle de Arrecife. En Fuerteventura, un operativo conformado por la Guardia Civi, la Policía Local, Cruz Roja y miembros del Servicios de Urgencias Canario (SUC) atendió en el muelle de Gran Tarajal a los ocupantes de una embarcación neumática interceptada a 10 millas de la costa de Morro Jable. Estas llegadas se suman a las 200 personas que durante la jornada del martes alcanzaron las Islas en ocho embarcaciones. En total, en las últimas 48 horas han arribado en el Archipiélago 343 personas en 12 embarcaciones.

El lunes la alcaldesa de Mogán, Onalia Bueno, reclamó al Estado un mando único para gestionar la crisis migratoria, como ya sucediera en 2006, y solidaridad territorial para su traslado a la Península y advirtió que tomará "medidas" si Madrid no pone soluciones pronto.