Nuevo cambio en los puestos claves de la dirección sanitaria del Gobierno autonómico en un momento en el que las Islas afrontan un alto repunte en los contagios de coronavirus -ayer se registraron 246 casos positivos nuevos, con los que los casos activos ascienden a 4.558-. Ante este panorama, con nuevas restricciones sociales, deportivas y culturales y el comienzo del curso escolar pendiente de la evolución de la pandemia, el presidente canario, Ángel Víctor Torres, ha vuelto a confiar en Conrado Domínguez para que dirija el Servicio Canario de Salud (SCS). Domínguez será nombrado en el Consejo de Gobierno que se celebra hoy en Santa Cruz de Tenerife, donde se cesarán hasta a media docena de nuevos responsables esenciales en la lucha contra la pandemia, desde Atención Primaria y Gestión Hospitalaria hasta Adquisición de Material. El objetivo de estos cambios es afrontar la actual crisis de contagios en las Islas desde un punto de vista más técnico y especializado en todos estos ámbitos, especialmente en lo que al Servicio Canario de Salud se refiere, según explican desde Presidencia del Ejecutivo.

De la mano de Baltar

BaltarEste economista experto en sanidad se convertirá en la cuarta persona que coge las riendas del SCS en los 13 meses de mandato del pacto de las flores. Blanca Méndez (agosto 2019-marzo 2020), Antonio Olivera (de marzo a junio) y Alberto Pazos (de junio a septiembre) fueron sus antecesores. Con el nombramiento de Domínguez, Torres vuelve a demostrar su confianza en este experto especializado en Economía de la Salud, al que ya eligió en pleno estado de alarma para que se convirtiera en el coordinador técnico del Comité de Gestión de Emergencia Sanitaria dedicado a coordinar la atención y combatir la propagación del Covid-19 en las Islas. Ahora, el socialista le entrega de nuevo las riendas del Servicio Canario de Salud, un cargo que ya ocupó en la anterior legislatura, cuando llegó como un fichaje independiente de mano de José Manuel Baltar, exconsejero de Sanidad del Ejecutivo autonómico cuando Coalición Canaria gobernaba en solitario.

Domínguez se convirtió en la mano derecha de Baltar -otro independiente procedente de la gestión de los hospitales privados en el que confió el expresidente Fernando Clavijo para transformar un área tan delicada y esencial como la sanidad- y fue destituido cuando la socialista tinerfeña Teresa Cruz fue nombrada consejera del área; bajo su fugaz y tormentoso mandato, Blanca Méndez fue elegida como directora del SCS. Poco dada a hablar con los medios de comunicación, esta funcionaria de la Administración autonómica y exsecretaria general técnica de la Consejería de Obras Públicas bajo el mandato de la socialista Ornella Chacón pasó desapercibida y quedó a la sombra de una Cruz que en poco tiempo protagonizó muchas polémicas.

Cese en pleno estado de alarma

Además de sus desencuentros con los profesionales de la salud y sus respectivos sindicatos, que acusaron a la socialista tinerfeña de poco dialogante y de ser una gran desconocedora del ámbito sanitario, Teresa Cruz fue cuestionada por su gestión de la crisis del coronavirus. No sólo lo hicieron los médicos y la oposición, sino también el resto de sus compañeros de gobierno y gran parte de la familia del PSOE -a excepción del ala tinerfeña-, el presidente de Canarias incluido. Al nombrar Torres al citado comité para gestionar la crisis sanitaria y poner al frente a la persona que Cruz había cesado como director del SCS, la consejera se sintió atacada y respondió con un contraataque demoledor. Demoledor para ella.

"Yo soy la que da las órdenes y Conrado Domínguez lo que hace es asesorar", aseguró en una entrevista concedida a este periódico el 25 de marzo. Tan sólo un día después, se hacía público su cese y el portavoz del Gobierno y consejero de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad, Julio Pérez, tomaba las riendas del área. Además, la dirección del Servicio Canario de Salud iba a parar temporalmente a otro economista, el viceconsejero de Presidencia, Antonio Olivera.

Estos nombramientos, que tenían un carácter provisional, terminaron extendiéndose durante tres meses. No era hasta junio cuando Pérez daba el relevo a Blas Trujillo al frente de la Consejería, mientras que días después éste elegía a uno de sus hombres de confianza para liderar el SCS, concretamente al economista Alberto Pazos, mano derecha de Trujillo en el Consejo Económico y Social (CES) y personal estatutario del Servicio Canario de Salud. Apenas dos meses ha durado Pazos en el cargo, sustituido ahora por Domínguez para gestionar de manera directa una pandemia que se ha descontrolado en todo el Archipiélago y, especialmente, en Gran Canaria y Lanzarote, donde la tasa de contagios por coronavirus es superior a la que vive Madrid, dos islas que se han convertido en 'zonas calientes' al registrar más de cien casos por cada 100.000 habitantes.