El consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno de Canarias, Sebastián Franquis, destacó ayer la importancia del Plan de Vivienda 2020-2025 para contribuir a solucionar no sólo la "emergencia habitacional", sino también la recuperación de la actividad económica derivada de la crisis sanitaria.

Franquis anunció que se creará la oficina técnica del Plan de Vivienda, encargada de coordinar la ejecución y realizar un seguimiento de las actuaciones y destacó que este plan se pone en marcha después de ocho años sin que se haya construido ni una vivienda pública en Canarias y en un momento de incertidumbre en coincidencia con la crisis económica y social del coronavirus.

El plan, basado en un pacto por la vivienda consensuado con las fuerzas políticas parlamentarias y con agentes sociales, prevé la construcción de 5.971 viviendas para el alquiler social, la rehabilitación de otras 10.000 y la disposición de ayudas al alquiler para 72.000 beneficiarios, todo lo cual cuenta con una financiación prevista de 664 millones de euros.

La presidenta de Agrupación Socialista Gomera (ASG) en la Cámara regional, Melodie Mendoza, destacó el compromiso del 'Pacto de las Flores' para avanzar en vivienda. "Es un plan ambicioso que no solo cumple una función social, si no también económica. Además, contribuirá a evitar la despoblación en las zonas rurales con la construcción de nuevas viviendas", indicó Mendoza.

Tanto los partidos que apoyan al Gobierno de Canarias como los de la oposición mostraron su compromiso con el cumplimiento de este plan, si bien CC-PNC advirtió de las dificultades burocráticas para desarrollarlo, el PP puso el acento en la carencia de suelo por los retrasos en la aprobación de los planes generales municipales y Vidina Espino, de Ciudadanos, lo consideró poco ambicioso porque faltarían 11.000 viviendas para cubrir la demanda real. Franquis respondió que todas las viviendas previstas cuentan con suelo para su construcción, la mayor parte (53%) cedido por los ayuntamientos. También admitió que el plan no cubre la demanda real de 17.000 viviendas sociales, pero precisamente porque no se puede llegar a toda la demanda se prevén ayudas al alquiler. Por eso el Gobierno quiere que este plan contribuya no sólo a "combatir la emergencia habitacional", sino también a la recuperación de la actividad y aseguró que su ejecución producirá 28.000 empleos.

Vidina Espino confía que "el documento mejore durante su tramitación parlamentaria. "Al Plan le faltan más de 11.000 viviendas para cubrir la demanda real", dijo Espino. "Las cifras recogidas en el Plan pueden llevar a engaño". "Estaremos muy vigilantes para que no sea un documento de buenas intenciones", agregó Manuel Domínguez, del PP.

La financiación procederá del Gobierno de Canarias, que aportará 546 millones de euros, y del Estado, que destina 118 millones para la construcción de 894 viviendas. Otras 3.634 viviendas las construirá directamente el Gobierno de Canarias, mientras que 600 serán captadas para el programa de viviendas vacías, 450 se construirán en colaboración pública y privada y 393 corresponderán a otros programas. Esa financiación es plenamente factible en el escenario socioeconómico derivado de la pandemia.