La inclusión de Canarias en el listado de regiones no recomendadas para viajar por parte de Reino Unido ya lastra el ritmo de reservas para otoño e invierno, la temporada alta en las Islas. Y no solo del mercado británico, sino también de otros países emisores de turistas por el miedo de los potenciales clientes a que sus gobiernos sigan la estela de Boris Johnson. Ante tal situación, algunos hoteles valoran volver a cerrar sus puertas y los empresarios reclaman ya la concreción de la flexibilización y prórroga de los ERTE para evitar despidos. La tormenta perfecta sobre la actividad turística del Archipiélago continúa.

Las cancelaciones de reservas no se hicieron esperar tras conocerse que el Gobierno británico imponía desde el sábado una cuarentena de dos semanas a los pasajeros que partieran de España. Pese a que en un primer momento también había desaconsejado los desplazamientos a Canarias y Baleares, como al resto de la España peninsular, finalmente rectificó y dejó a los dos territorios insulares fuera de ese listado. Aun así, las anulaciones de reservas comenzaron a sucederse, más si se tiene en cuenta que la multa por saltarse el dictado aislamiento supera los 1.000 euros. El endurecimiento del criterio de Londres tras no fructificar el diálogo abierto entre el Gobierno español y el británico ha puesto contra las cuerdas al sector. "El daño es tremendo, transversal", indica Nicolás Villalobos, director general de Be Cordial Hotels & Resorts. "El paro está afectando a reservas para otoño e invierno. Cuando pensábamos que veíamos la luz al final del túnel, viene un tren de cercanías a llevarnos por delante", lamenta. La parálisis en las reservas, explica, no solo se da en el mercado británico y es una situación que preocupa, y bastante, al sector, que ya no solo reclama la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y su extensión hasta el fin de este año, sino que también solicitan ya su prolongación hasta el próximo ejercicio. "El tema va a ser pesado y de difícil digestión. Se hablaba de fin de año y cortos nos quedamos", enfatiza.

Canarias tenía programados con Reino Unido unos 250 vuelos semanales, lo que suponen unas 50.000 plazas aéreas. De estas, 22.000 cayeron ayer después de que Jet2 y TUI cancelaran sus conexiones con Canarias debido al nuevo criterio de Londres. Ayer, por ejemplo, tres aviones de Jet2 volaron vacíos a Tenerife Sur para recoger a los pasajeros que debían retornar y un vuelo de TUI con destino a Gran Canaria se canceló.

"Menuda se nos viene encima", advierte Francisco Martínez, vicepresidente de la Asociación Insular de Empresarios de Hoteles y Apartamentos de Lanzarote (Asolan). En la isla conejera, donde las cancelaciones oscilan entre el 20% y el 25%, el mercado británico aportó el pasado año el 48,28% de los turistas. Varios de sus hoteles, que habían abierto sus puertas animados por la paulatina recuperación de la conectividad, valoran ahora volver a echar el cierre ante la falta de expectativas. "Es un descalabro para el empresario y para el personal. La gente tiene ganas de volver a su rutina", sostiene.

El efecto dominó que tiene el freno turístico es otra de las consecuencias a la que apunta el sector para reclamar a una diferenciación en el trato con las Islas. No solo porque la tasa de contagiosidad es mucho menor que en Reino Unido - de un 5,8 frente a un 13,9-, sino porque una nueva ralentización al turismo implica un nuevo bloqueo a la economía canaria en su conjunto. "Esto no solo afecta a los hoteleros y al turismo, sino también a taxistas, a bares y restaurante o al ingreso de divisas", remarca el presidente de la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricua, quien también advierte que muchos empresarios que tenían previsto abrir sus establecimientos en agosto retrasarán tal decisión ante el nuevo escenario al que se enfrentan.

El deseo del sector es que las negociaciones entre los gobiernos español y británico fructifiquen en la mayor brevedad posible para que "se establezca una normalidad recíproca", tal y como señala Jorge Marichal, presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat) y de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel).

Flexibilidad y prórroga

Marichal incide en que no hay que esperar a septiembre para garantizar la flexibilidad y prolongación de los ERTE. Canarias, debido a su dependencia al sector servicios y, en especial, al turismo, es la comunidad con el menor porcentaje de trabajadores que han salido de los ERTE para regresar a su actividad laboral. La media de recuperación del país se sitúa sobre el 60% y en Canarias está al 40%. En junio aún quedaban 156.121 empleados en esta situación. Precisamente ayer, la consejera de Economía, Conocimiento y Empleo del Ejecutivo regional aseguró, tras conocerse los datos de la EPA, que el Gobierno canario defenderá la prórroga de los ERTE "mientras sea necesario".

Fernando Clavijo, senador por la Comunidad Autónoma, lamentó, por su parte, que "la falta de estrategia y capacidad de gestión la paguen miles de canarios que volverán al ERTE o al paro definitivo". El senador, que considera que el Ejecutivo regional "va siempre detrás de los acontecimientos", lamenta que el Gobierno no haya atendido a la "necesidad" que advirtió el propio sector "de salir de la marca España en materia turística para vender las Islas como destino independiente y seguro". Para los diputados canarios del PP en el Congreso, Guillermo Mariscal y Auxiliadora Pérez, la "falta de reflejos" de Pedro Sánchez ha impedido aportar soluciones antes de que se produzca el problema. "Lamentablemente, el Gobierno de España se ha acostumbrado a iniciar los mecanismos de acción cuando los distintos indicadores económicos y sociales llevan tiempo en situación de alarma", subrayaron en un comunicado.

El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, mostró su confianza en que "impere la lógica" y Reino Unido retroceda en sus decisiones. A su juicio, es posible la creación de un corredor sanitario seguro "con todas las garantías" para que los británicos puedan disfrutar de unas vacaciones en la Isla.