La Estrategia de Internacionalización de la Economía Canaria ha entrado en su último año de vigencia con resultados desiguales, aunque el índice de cumplimiento de sus objetivos asciende al 75%, aseguró ayer en el Parlamento la consejera de Economía y Empleo del Gobierno regional, Elena Máñéz. Entre los aspectos positivos figuran los datos de atracción de inversión extranjera registrados en 2019, que han "marcado una diferencia". En este ejercicio se crearon 1.655 empleos directos por la instalación de capital foráneo en las Islas y se contabilizaron 38,9 millones de inversión en 37 proyectos materializados, detalló Máñez en una comparecencia solicitada por el diputado del grupo nacionalista canario (CC-PNC) Juan Manuel García Ramos.

El parlamentario opositor había solicitado a la consejera datos sobre varios programas relacionados con la proyección exterior de la economía canaria y su vinculación con el conocimiento y la I+D. "Nos estamos jugando el futuro. En esas estrategias están las recetas para salir adelante en al menos los próximos siete años", advirtió García Ramos.

'Hub' para Senegal

Pese a los avances que se han producido, al Ejecutivo le preocupa la "baja intensidad en la internacionalización del tejido productivo canario", motivado en ocasiones por la "falta de conocimiento de los mercados" con los que podrían trabajar las empresas. Ha habido progresos, por ejemplo, en el papel del Archipiélago como hub de negocios con Senegal, pero es necesario "abrirse a otros países".

En cuanto a la Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3), Máñez admitió que "no termina de cuajar del todo la conexión entre el conocimiento y las empresas". Para mejorar en este aspecto, se mostró partidaria de dejar en manos de "profesionales" la labor de propiciar el acercamiento entre ambos mundos. También admitió la consejera que la valorización económica de la I+D "sigue siendo baja".