La Policía Canaria sigue adelante con el objetivo de contar en 2022 con 300 efectivos. La pandemia del coronavirus y el confinamiento no han frenado la hoja de ruta marcada. Ayer se publicó la convocatoria para 69 nuevas plazas este año, que se suman a las 57 convocadas el año pasado y la previsión de otras 80 en 2021. El Ejecutivo juega con la baza de que a partir de los 300 agentes en el cuerpo el Estado puede financiar el coste del mismo, como hace en Cataluña y País Vasco.

En esta legislatura y con el PSOE al frente de la Seguridad, se quiere un impulso al cuerpo autonómico, después de casi una década de parálisis como consecuencia de los recortes provocados por la recesión económica. En 2010, año del despliegue, el Cuerpo General de la Policía Canaria empezaba a andar con 50 agentes con plaza por oposición y otros 50 provenientes de otros cuerpos por concurso de traslado. Este centenar de efectivos -que llegó a bajar en ocasiones a los 80- es el que se ha mantenido en estos años.

El director general de Seguridad y Emergencias, Gustavo de Armas, apunta su intención de mantener las previsiones "porque el objetivo de este Gobierno es reforzar el cuerpo, que cada vez es más eficaz en su labor como se ha demostrado con los incidentes que han habido en el último año en Canarias". Los 57 nuevos agentes autonómicos que se han incorporado están en estos momentos realizando las prácticas después de haber pasado por la academia, lo cual supone que la Policía Canaria ya puede contar con unos 160 efectivos, según el director general.

De cara ya a la elaboración de los presupuestos autonómicos de 2021, la Dirección General de Seguridad y Emergencias va a proponer la dotación suficiente para convocar entre 80 y 85 plazas el próximo año con el fin de llegar a los 300 efectivos en 2022. Según De Armas "por ahora no hay cambios en el plan de trabajo que nos propusimos al inicio de la legislatura", aunque no se descarta que el escenario pueda cambiar en función de cómo se articulen las cuentas del año que viene, tras el impacto que ha supuesto la crisis del coronavirus en los ingresos públicos.

La reforma del Estatuto de Autonomía dota a Canarias de amplias competencias y muchas de ellas requieren de la intervención de la policía autonómica como la vigilancia marítima, seguridad privada, sistema penitenciario, dominio público hidráulico, medio ambiente, ordenación y gestión del litoral, transportes, etcétera. A estas funciones hay que añadir las dispuestas como propias en la ley que regula el cuerpo de 2008. Ni con 300 efectivos se podrá hacer frente a este nuevo escenario ya que no sólo se trata de asumir las competencias, sino de estar presentes con efectivos en todas las islas, algo que nunca se ha podido realizar hasta ahora. Uno de los objetivos del Ejecutivo es que puedan destinarse agentes de forma más regular a las islas no capitalinas.

El objetivo a medio y largo plazo es que sea el Estado el que asuma la financiación del cuerpo con el coste de los nuevos efectivos como sucede con el resto de policías autonómicas, caso de Cataluña, País Vasco o Navarra. Cuando se negocie esta financiación se podrá seguir aumentando el cuerpo hasta llegar a los 1.700 efectivos, que era la primera previsión que se realizó cuando el Gobierno de Paulino Rivero aprobó la ley de regula el cuerpo y después organizó el despliegue entre 2008 y 2010. Todo se paralizó debido a la fuerte recesión que se inició justo en esos años, lo que echó por tierra el calendario por los importantes ajustes presupuestarios que se iniciaron desde entonces y que en Canarias fueron especialmente rigurosos.

Gustavo de Armas recuerda que los incendios que asolaron Gran Canaria en el verano del año pasado fueron "un antes y un después" para la Policía Canaria porque fue la encargada de coordinar a las fuerzas de seguridad y emergencias en esos días críticos para la Isla. Posteriormente los sucesivos incidentes que han habido (calima, apagón eléctrico, pandemia, etcétera) han elevado el prestigio del cuerpo que, según el director general, ha demostrado con creces su eficacia, por lo que es necesario dotarlo con más efectivos y medios.