El vicepresidente y consejero de Hacienda del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, aseguró ayer que el Ejecutivo no modificará los impuestos, ni al alza ni a la baja, mientras dure la crisis económica generada por la epidemia de coronavirus. En respuesta a varias preguntas planteadas por CC y PP en la Comisión de Presupuestos y Hacienda del Parlamento regional, Rodríguez, recordó que ya en los presupuestos autonómicos de 2020 se incrementaron algunos tributos -caso del medio punto recuperado por el IGIC- y que otros se "retocarán" solo cuando se superen las dificultades económicas y financieras creadas por la Covid-19, algo que no ocurrirá totalmente hasta al menos 2023. "La crisis no durará un año ni dos", afirmó.

El consejero confirmó la voluntad del Gobierno de aplazar la introducción de impuestos "verdes", al tiempo que descartó, tal y como pedía el grupo popular, aplicar bonificaciones en el impuesto de sucesiones y donaciones a las familias que hayan perdido a alguno de sus miembros a causa del virus. "Les pedimos sensibilidad y un gesto con estas familias", dijo Fernando Enseñat, diputado del PP.

El Gobierno canario espera que el ahorro acumulado durante la última década por la Administración regional y por las corporaciones locales -cabildos y ayuntamientos-, unos 4.000 millones de euros, permita mitigar durante los próximos tres años la pérdida de ingresos tributarios originada por la epidemia de coronavirus sin necesidad de recurrir al endeudamiento, siempre que finalmente el Ejecutivo central autorice a las corporaciones locales a hacer uso de sus remanentes de tesorería. Por su parte, las "nuevas políticas" necesarias para afrontar la recuperación económica -turísticas, de vivienda, tecnológicas y ambientales- se financiarán mediante las transferencias procedentes del Estado y la Unión Europea. No obstante, si estas previsiones no se cumplieran y fuera preciso acudir a la deuda -para lo que Canarias tiene "solvencia más que contrastada"-, Román Rodríguez calcula en 500 millones de euros las necesidades de la Comunidad Autónoma para 2021, alrededor de un 1,5% del producto interior bruto (PIB) calculado para ese ejercicio. "Vamos a pelear por no retroceder ni un euro para garantizar los servicios públicos, aunque es cierto que hay variables que no podemos controlar", afirmó el consejero.

El vicepresidente del Gobierno celebró, además, que el Estado haya actualizado el sistema de financiación autonómica a pesar de la crisis. Si así no hubiera sido, apuntó, Canarias habría perdido unos 600 millones de euros destinados a los servicios públicos.