Una crisis más duradera y mucho más profunda de lo contemplado en un inicio. El vicepresidente y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos del Ejecutivo regional, Román Rodríguez, advirtió ayer que los próximos años serán duros y trágicos, en especial 2021. Ante el futuro de incertidumbres y tinieblas moldeado por el Covid-19, Rodríguez reiteró la necesidad de que el Gobierno de España permita el uso de todos los ahorros de la Comunidad Autónoma, de los cabildos y de los ayuntamientos para hacer frente a las consecuencias de la crisis económica y social abierta por la irrupción de la pandemia del coronavirus. Si bien valoró que se haya permitido al Gobierno canario usar los 389 millones de superávit de 2019, consideró que esta medida es insuficiente para compensar la pérdida de ingresos. "Valoro las nuevas políticas a la crisis, pero no me conformo con el trato a Canarias porque hay camino que andar", afirmó.

Rodríguez, durante su intervención en el encuentro digital Diálogos para la Reconstrucción, foro organizado por Prensa Ibérica en Canarias con el patrocinio de JTI y en el que también participó la vicepresidenta del Parlamento de Canarias y exconsejera de Hacienda, Rosa Dávila, resaltó la importancia de que Madrid autorice emplear los 389 millones de superávit de 2019, pero también remarcó la necesidad de que, de un lado, dé luz verde al uso del excedente de 2018 del que forman parte los 500 millones procedentes de la deuda pendiente de carreteras y que, de otro, posibilite el endeudamiento. Una petición en la que coincide con Dávila y que ambos hacen extensibles a las administraciones locales -ayuntamientos y cabildos- para que puedan disponer de sus remanentes de tesorería y superávits. Más aún, insistieron, cuando estas administraciones acumulan 3.200 millones en los bancos y algunas corporaciones están en apuros para hacer frente a sus gastos.

El número dos del Ejecutivo regional pidió unidad para pelear por los derechos de Canarias y para hacer frente a una crisis que "va a ser duradera". Para este año el Gobierno prevé una caída de 20 puntos del PIB -el doble de lo perdido acumulado durante la crisis de 2008 a 2014- y un 2021 "trágico" para las administraciones públicas. Rodríguez planteó que quizás en 2023 se pueda alcanzar el nivel de 2019, aunque no es algo seguro, porque las previsiones europeas apuntan a que la crisis se extenderá hasta 2024. Ante este escenario, subrayó la importancia de conocer los recursos con los que dispondrá la región para organizar los mismos y salvaguardar los servicios públicos. Y si bien confía en que este año Canarias logre sortear las exigencias de la crisis con el uso de sus ahorros, apuntó que en el próximo año será necesario el endeudamiento. No así en las administraciones locales, de las que destacó su saneamiento, acumulación de ahorros y apenas existencia de deuda, por lo que prevé que puedan hacer frente a los estragos del Covid-19 sin tener que incrementar su endeudamiento.

1.560 millones menos

Tanto Rodríguez como Dávila coincidieron en que esta crisis es "mucho más larga y profunda". El vicepresidente del Gobierno canario expuso, para clarificar la situación, que la previsión para este año es que las arcas de las administraciones públicas del Archipiélago dejen de ingresar 1.560 millones: 970 millones la Comunidad Autónoma, 350 millones los Cabildos y 240 los ayuntamientos. "Ahora Canarias necesita un trato justo y eso significa reconocer nuestras singularidades. Necesitamos que nuestro REF se respete y que nuestra condición RUP se ponga en valor", enfatizó.

Canarias peleará por obtener el mayor montante posible del fondo de 16.000 millones de euros no reembolsables para las comunidades autónomas aprobado por el Estado. Rodríguez señaló esta vía -por la que aspiran obtener unos 600 millones- como una herramienta más para paliar las necesidades de financiación generadas por el virus. Dávila subrayó, asimismo, la buena posición de la que parte Canarias para lograr el visto bueno de Hacienda ante un posible endeudamiento. El Archipiélago, junto con Euskadi, es una de las regiones menos endeudadas. Su deuda pública se sitúa en el 14% de su PIB, mientras que la media española se sitúa en el 24%. Hay regiones, como la Comunidad Valencia, en la que esta tasa alcanza hasta el 40%. "En Canarias, incluso con una caída de 20 puntos del PIB, tenemos capacidad de irnos a endeudarnos un 20% de nuestro Producto Interior Bruto sin despeinarnos", sostuvo.

Dávila reivindicó el "potencial mayor" de Canarias por ser una región saneada, por lo que lamentó la falta de ímpetu por parte del Ejecutivo regional para actuar sin que el Estado lastre su capacidad de decisión. "Deberían haberse dado pasos más valientes y más firmes ante el Gobierno de Madrid porque sus decisiones tuvieron un impacto sanitario y económico en las Islas", esgrimió. En lo que al endeudamiento se refiere, Rodríguez coincidió con Dávila. "Es de justicia, no tenemos problemas. Si nosotros mañana pidiéramos 2.000 millones a las entidades financieras, tardo cuatro horas en negociarlo a intereses bajísimos y en condiciones justas, no como hace siete u ocho año que sableaban", espetó.

El papel de los fondos procedentes de la Unión Europea (UE) también será muy importante en el proceso de reconstrucción. A finales de mayo la Comisión Europea aprobó un plan de recuperación económica frente a la pandemia valorado en 750.000 millones de euros. España, que se convertirá en el segundo mayor receptor, podría captar unos 140.000 millones. De estos, tal y como desgranó el vicepresidente y consejero de Hacienda, uno 80.000 millones los recibirá el Estado en concepto de ayudas y el resto como préstamos. El Ejecutivo regional se ha propuesto como meta captar para el cuatrienio 2021-2024 entre 4.000 y 5.000 millones de la partida de 80.0000 millones en subvenciones. "Con esta nueva política de la Unión, con el Gobierno de España que se tiene que endeudar y nosotros con nuestros ahorros, podemos manejar esta crisis", sentenció.

Dávila también valoró de forma positiva las ayudas que pueden llegar desde Europa, pero advirtió que hay que estar "vigilantes" para evitar que la crisis económica ocasionada por el coronavirus se transforme en una crisis financiera. Tachó, igualmente, de "insuficientes y decepcionantes" las medidas adoptadas por el Gobierno central para reactivar al sector turístico y prorrogar los ERTE por fuerza mayor hasta el 30 de septiembre.