El Consejo de Gobierno de Canarias, previsto para el jueves, dará forma legal a la entrada y permanencia de la comunidad autónoma en la nueva normalidad. La decisión está en manos de las administraciones regionales y la corriente de opinión imperante pasa por dedicar el fin de semana a los preparativos y zambullirse a partir del próximo lunes en el cumplimiento de la nueva regulación. Justo un día después de que expire la última prórroga del estado de alarma.

Fue uno de los asuntos tratados en la Conferencia de Presidentes, que se ha reunido todos los domingos desde que se decretó el estado de alarma, que ayer cumplió tres meses. Solo el jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, abogó por estar ya dentro de la nueva etapa el viernes con el fin de que el sábado y el domingo sirvan ya para generar actividad económica. En cualquier caso un debate menor que no encontró seguimiento entre sus homólogos.

El de ayer fue el último cónclave que mantiene Pedro Sánchez con los titulares de los gobiernos de las 17 comunidades autónomas. "Una agradable despedida", tal y como la calificó el presidente canario, Ángel Víctor Torres, por el significado del gesto. "Viene a decir que la tremenda pesadilla empieza a ser un recuerdo y, aunque el virus sigue ahí, lo peor ha pasado", explicó.

"Semanas muy duras" continuó, durante las que por momentos "no se veía el horizonte. No olvidemos lo mal que se ha pasado" interpeló Torres a una ciudadanía de la que demandó el cumplimiento de las indicaciones que recoja el decreto que se aprobará el jueves. Y les instó a hacerlo para evitar rebrotes y "por la memoria de los 162 fallecidos" que suman las Islas.

Salvar la economía

Victoria parcial y ceñida al ámbito sanitario. En el económico sucede prácticamente lo contrario, el tsunami se distingue perfectamente, pero aún hay tiempo para cobijar en lugar seguro a cuantas empresas y trabajadores sea posible. De ahí que Torres dedicara buena parte de su decimocuarta comparecencia dominical a las posible soluciones.

Durante algunos pasajes de su intervención, pareció que el tiempo se detuvo el día 14 de marzo. Por ejemplo, al citar la necesidad de definir "con claridad el uso de superávits y remanentes" con que cuentan los ayuntamientos. No ha sido suficiente un trimestre para recorrer un metro hacia la concreción de este asunto.

Como contrapunto, Torres expuso que el Consejo de Ministros aprobará el martes el fondo no reembolsable de 16.000 millones de euros para las comunidades autónomas, que habrán de dedicar 11.000 de esos millones a Sanidad (9.000 millones) y educación (2.000 millones).

Del conjunto, 4.200 millones de euros servirán para paliar la caída de los ingresos del bloque de financiación de régimen común estatal. "Además, se incluye una partida, pedida expresamente por Canarias, de 800 millones de euros para ayudar al transporte", explicó el jefe del Ejecutivo autonómico e incidiendo en la especial importancia de este sector estratégico par las Islas. Tras recibir el visto bueno del Gabinete de Pedro Sánchez, esas transferencias directas que las regiones no habrán de devolver aún tendrán que pasar por el Congreso de los Diputados.

Aún está por rubricar también el compromiso de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre "las posibilidades que tiene Canarias" de hacer frente a "la merma de los recursos del bloque canario de financiación", detalló el presidente del Archipiélago entre otras cuestiones. La drástica caída de los ingresos obliga a un endeudamiento inmediato para hacer frente a la millonaria factura del aparato autonómico y, más allá, para dinamizar la economía mediante la inversión en obra pública.

Si poco tiempo han sido tres meses para que España aclare el panorama a sus comunidades autónomas, menos aún han bastado para que la Unión Europea (UE) articule una respuesta conjunta ante la mayor crisis de las últimas décadas. A punto de entrar en la nueva normalidad, se ha hablado largo y tendido en Bruselas y prácticamente nada se ha ejecutado. Al menos, Sánchez afirmó ayer a los presidentes autonómicos que antes de que termine el mes se celebrará por fin el Consejo Europeo que habrá de aprobar el régimen de ayudas para paliar la debacle de los estados miembros.