Canarias insiste en la necesidad de realizar test, en origen o en destino, a cuantos viajeros lleguen a las Islas como único medio de protegerse frente a la importación de infectados por el coronavirus. Los 55 pasajeros de dos vuelos internacionales llegados el sábado a Palma (Mallorca) permanecen en cuarentena y en medio de todo ello, el presidente de España, Pedro Sánchez, anunció ayer que se adelanta al 21 de junio la apertura de las fronteras para los ciudadanos del espacio Schengen, excepto para Portugal, que mantiene la fecha prevista del 1 de julio.

El Estatuto de Autonomía de Canarias recoge en su artículo 141.6 la potestad estatal en sanidad exterior. Sin embargo, la condición de región ultraperiférica (RUP) de Canarias abre la puerta a que se establezca un diálogo y cooperación con Madrid, lo que habilitaría al propio Ejecutivo autonómico para tomar parte en el diseño del programa para la realización de las pruebas y su ejecución.

"Sin perjuicio de las competencias exclusivas del Estado en materia de sanidad exterior, se establecerán las medidas de cooperación con la comunidad autónoma, en aquellos aspectos previstos por el Estado, para garantizar la adecuada gestión de la protección de la salud de la población", señala el texto estatutario.

La coordinación interadministrativa gana enteros tras reconocer Sánchez durante la decimocuarta y última reunión dominical que mantuvo con los presidentes autonómicos la debilidad que presentan los servicios de sanidad exterior. Ayer, al anunciar su decisión de adelantar una semana el que los ciudadanos de la Unión Europea (UE) que lleguen a España no tengan que pasar obligatoriamente un periodo de dos semanas de cuarentena, recibió el aplauso de muchas de las regiones más dependientes de la actividad turística.

No así el de Canarias, que se mantiene en su posición de contar con las máximas garantías. "Entendemos que la realización de los test es la única manera de estar seguros", explicó el presidente canario, Ángel Víctor Torres, a la conclusión del encuentro.

Diferente velocidad

La necesidad obliga a regiones como Andalucía o Baleares a actuar con una celeridad mayor, lo que implica la asunción de riesgos. El verano es el momento para que sus plantas alojativas hagan caja. Llegado octubre, gran parte de los hoteles y apartamentos cierran y el resto ha de conformarse con programas como los de los viajes para mayores del Imserso.

Sin embargo, las Islas tienen más tiempo. De hecho, pueden utilizar la época estival como tiempo para ensayar cuantas medidas sean necesarias de cara al invierno, cuando llega la temporada alta. Ha quedado clara la poca apetencia por quedar en manos de la incertidumbre con la negativa a participar en el programa piloto que a partir de mañana llevará a Baleares a 10.900 visitantes alemanes.

¿Con qué garantías para la salud? Ese es el centro del debate. Canarias demandó desde el primer minuto la realización de los test a todos los viajeros. Saber que el mencionado programa se basaba en controles telefónicos de una parte de ellos encendió las alarmas. "No es suficiente", concluyó la Consejería de Turismo del Gobierno regional y la aseveración se extendió al resto del Ejecutivo.

"Los test son la fórmula más segura y hemos dicho en la reunión que resultan fundamentales", aseguró ayer Ángel Víctor Torres. "Si puede ser, en origen", expuso el presidente canario, quien detalló que en ese caso la competencia estaría en manos de la UE. De no poder ser de esa manera, "en el destino, pero en ese caso no tenemos competencias, son de sanidad exterior". Reconocida la debilidad de dicho departamento por el presidente español y hallado el hueco a la cooperación en el Estatuto de Autonomía, cobra fuerza la posibilidad de establecer mecanismos que garanticen la salud de cuantos llegan y, por tanto, la de los canarios.

Aparte de contar con más tiempo de cara a la reactivación del turismo, las noticias avalan la postura menos transigente del Ejecutivo canario. La Delegación del Gobierno balear notificó el sábado que 55 ciudadanos, llegados al aeropuerto mallorquín de Son Sant Joan un día antes, estaban en cuarentena ante la sospecha de que con ellos también viajara el Covid-19.

En cuanto al adelantamiento sobre la fecha prevista de la apertura del espacio Schengen, Torres restó importancia, "porque serán pocos los que vengan en este momento" y porque la fecha acordada con el sector turístico era el 1 de julio, con lo que la planta alojativa ni tan siquiera estará preparada para recibirlos. "Tenemos noticias de hoteles que tienen previsto abrir el 5, el 7 o el 10 de julio", señaló el presidente de Canarias.

Por cierto que Torres aclaró que la demanda de test no es tan solo para atender el trasiego de turistas, sino también para los viajeros que llegan procedentes de diferentes puntos de la geografía nacional. "Una de las pocas ventajas que tenemos por estar a 2.000 kilómetros de la metrópoli es la capacidad de controlar las entradas de personas", expuso el jefe del Ejecutivo autonómico.

Una cosa es tener más tiempo para adaptar el negocio turístico y otra distinta relajarse. De ahí que Torres celebrara la presentación el jueves de un plan de reactivación del sector por parte de Pedro Sánchez. Así lo anunció el presidente español sin desvelar más detalles.

Sí relató que se ha elaborado contando con el sector, si bien en Canarias nadie conoce su contenido. Ni siquiera en la Consejería de Turismo que dirige Yaiza Castilla, donde al menos se espera tener noticia del detalle antes de que el presidente estatal lo exponga ante la opinión pública.

No obstante, se da por descontado que la promoción de cara a recuperar clientela internacional será el capítulo principal y que el Archipiélago gozará de especial atención dado el peso -35%- que la actividad alojativa tiene en su producto interior bruto.

"Somos la comunidad autónomas que ha tenido un comportamiento más favorable en lo pandémico, pero también somos la más afectada en lo económico", precisó Ángel Víctor Torres. Una de las recetas del presidente para recuperar tensión en el negocio turístico es el establecimiento de bonificaciones fiscales para aquellas personas que decidan viajar dentro de la UE.