El pase el lunes a la fase dos de Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, que el ministro Salvador Illa certificará previsiblemente hoy, y que supone un mayor desahogo en el desconfinamiento de los ciudadanos, lleva a las administraciones canarias de cabeza para establecer protocolos y medidas específicas de seguridad y protección y, en especial, a los municipios, encargados de las normativas de las playas. En esta etapa de la nueva normalidad, donde ya están El Hierro, La Gomera y La Graciosa, desaparecen las franjas horarias establecidas en la actualidad para regular la salida ordenada de los niños y los jóvenes y adultos que practican deporte, pero se mantienen los horarios reservados para los mayores de edad y la actividad física al aire libre de personas consideradas más vulnerables ante la Covid-19 .

El doctor Fernando Simón tuvo que precisar ayer la apertura generalizada de horarios que anunció Salvador Illa por la mañana, para reseñar que se ha de respetar el horario reservado para los mayores de edad y las personas vulnerables entre las 10:00 y 12:00 horas y las 19:00 y 20:00 de la tarde, pero el resto se liberaliza. Esta fue una propuesta del PNV y que hizo el propio presidente canario, Ángel Víctor Torres, el domingo 10 de mayo en la reunión de presidentes autonómicos con Pedro Sánchez para que solo estuviera vigente el horario de los mayores y se unificara el resto. De hecho, en la orden que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el sábado flexibilizando las medidas para la fase dos, en la que entraron el lunes La Graciosa , El Hierro y La Gomera, junto a Formentera (Baleares) ya se establecía la posibilidad de que las personas de hasta 70 años pudieran realizar actividad física no profesional al aire libre en cualquier momento del día, con excepción del horario reservado para mayores, lo que ayer precisó Fernando Simón.

Por tanto, con la entrada a la fase dos de toda Canarias se liberalizan horarios y abren centros comerciales, grandes superficies, cines y teatros, todo con aforo limitado y medidas seguridad, así como el uso de las playas para el baño y tomar el sol, espacios fundamentales para las Islas por sus numerosas zonas costeras.

Aún no se puede ir a una segunda residencia en otra isla, solo dentro del municipio, porque sigue restringida la movilidad aérea y marítima, salvo para cuestiones laborales o sanitarias.

En cuanto a las playas, la Federación Canaria de Municipios mantuvo ayer otra reunión técnica con la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias para intentar regular los criterios de las zonas costeras que depende de los ayuntamientos. No obstante, el Ejecutivo ha remitido a la Fecam un borrador con las indicaciones generales que deberán tener en cuenta los municipios que reabran estos espacios.

El presidente de la Comisión de Seguridad de la Fecam y alcalde de La Aldea de San Nicolás, Tomás Pérez, expone que se está trabajando "intensamente en las aportaciones a esa orden", y que éstas serán tratadas en el Comité Ejecutivo de los alcaldes y remitidas al Gobierno. El regidor espera contar con el documento definitivo cuanto antes para que los ciudadanos y las administraciones sepan perfectamente cómo se debe actuar.

Pérez apeló al sentido común y a la prudencia, ya que "estamos entrando en una fase decisiva hacia la nueva realidad y debemos evitar rebrotes". En esta línea, indica que los ayuntamientos llevarán a cabo campañas de información y sensibilización, y aunque las medidas en detalle se conocerán próximamente, avanza que se deberá evitar llevar objetos a las playas -sombrillas o neveras- para así ocupar menos espacio y no causar molestias a los demás usuarios y prevenir contagios con los objetos plásticos.

Por tanto, en la reunión técnica celebrada ayer se dieron los primeros pasos en la elaboración de un decálogo con recomendaciones generales que cada ayuntamiento deberá adaptar a sus peculiaridades, en el marco de la normativa estatal. También, para promover la coordinación entre las corporaciones locales, se ha decidido crear un repositorio documental en el que los consistorios podrán consultar cómo se está trabajando en otros municipios para la reapertura de las zonas baño.

La Fecam trabaja sobre un documento en el que se recogen cuestiones globales como el control de los aforos de modo que cada consistorio hace una estimación de la ocupación máxima de las playas y deberá precisar, por tanto, cómo controlarlo. Tomás Pérez considera, no obstante, que la mejor prevención reside en que las personas actúen con responsabilidad, de modo que mantengan el distanciamiento social de dos metros y usen las medidas de limpieza y protección. Sin esa concienciación social, nada sirve, sentencia.

En cualquier caso, se van a poner en común todos los medios de seguridad en tierra para controlar el contagio del Covid-19 como Protección Civil socorristas o Policía Local. Entre las medidas generales, además de la señalética, megafonía o que no se lleven neveras o sombrillas, ya han decidido que no se usen las duchas, lavapiés o zonas recreativas.

Mascarillas en la playa

Por ahora se ha de ser lo mas aséptico y minimalista posible para rehuir posibles rebrotes. Otro debate no definido es el uso de las mascarillas en la playa. Esta protección es obligatoria desde el jueves, pero si se mantiene la distancia de dos metros al aire libre no tienen por qué utilizarse en las playas, indica Pérez. En esta fase caben grupos de 15 personas pero guardando las distancias y normas y hay ayuntamientos que se plantean establecer horarios de disfrute, al menos para cerrar las playas con el fin de higienizarlas para el día siguiente.