La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife ha advertido de que la recuperación del turismo en Canarias no será posible hasta que se recupere la actividad aérea, condicionada por el levantamiento progresivo de las restricciones a la movilidad y la reestructuración de las aerolíneas, un sector que ya vivía momentos complicados antes de que estallará la crisis del coronavirus.

La propia evolución de la pandemia y su impacto sobre las economías de los principales países emisores de turistas a las islas será también un factor clave, por lo que será necesario "trabajar y transmitir una visión de Canarias como destino turístico seguro con el objetivo de recobrar la confianza de los clientes", señala el presidente de la entidad cameral, Santiago Sesé. "Esta fase de desescalada será vital para diseñar todos los protocolos y las medidas que permitan garantizar esta seguridad", añadió Sesé.

La Cámara destaca la necesidad de definir un itinerario de protocolos sanitarios para cada uno de los operadores de la cadena de valor, que empiece en el momento en que el turista sale de su país de origen, continúe a su llegada y mientras disfruta de sus vacaciones y se complete cuando retorne a su país para, de esta manera, garantizar que siempre se cumplan todas las garantías de seguridad y prevención.

La entidad reclama, asimismo, que se apliquen estímulos a la reactivación de la conectividad, entre ellos bonificaciones a las tasas aeroportuarias de al menos un año. También cree preciso el apoyo tanto del Gobierno español como de la Unión Europea para la recuperación del sector del transporte aéreo. En este sentido, dados los protocolos de distancia entre pasajeros que se deberán cumplir y la escasa oferta que habrá en los primeros momentos, la Cámara propone que se establezcan ayudas europeas complementarias que contribuyan a que vuelva la normalidad a la movilidad entre países a un precio asequible.

Informe sectorial del turismo

El último Informe Sectorial de Turismo elaborado por la Cámara, correspondiente al primer trimestre del año, confirma el desplome que ha experimentado el sector turístico en el inicio de 2020. Canarias registró en este periodo la entrada de 2.731.784 turistas extranjeros, 947.294 menos que en los primeros tres meses del año pasado. Estas cifras suponen una pérdida anual del 25,7%, que se ha concentrado mayoritariamente en marzo, cuando se aplicaron las medidas de restricción de la movilidad y el cierre de fronteras entre los países europeos para tratar de contener la expansión del virus.

Así, solo en el tercer mes del año se produjo un descenso del 65,7%, que se tradujo en la llegada de 880.672 turistas menos que en marzo de 2019. Por contra, en enero el retroceso fue de 57.559 turistas (-5%) y en febrero las cifras apenas disminuyeron en 9.063 (-0,5%), según la Encuesta de Movimientos Turísticos en Fronteras (Frontur) del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El derrumbe en la entrada de visitantes ha traído aparejado el del gasto turístico, que se situó en 3.452 millones de euros en el primer trimestre, un 25,8% menos que el contabilizado un año atrás. A pesar de ello, el gasto medio diario por turista creció en este periodo un 6%, hasta alcanzar en marzo los 148 euros por persona y día, según la encuesta Egatur, también del INE.

Los datos de turismo receptivo que elabora el Gobierno de Canarias a partir de los de AENA también corroboran la disminución en la entrada de visitantes extranjeros, que sufre una caída anual cercana al 26%, en concreto un -25,9%, en relación al mismo trimestre de 2019, lo que representa 961.836 turistas internacionales menos respecto a hace un año.

El fuerte retroceso en las llegadas afecta tanto a las compañías aéreas tradicionales como a las de bajo coste, aunque en estas últimas es algo menos acusado (-21,3% frente a -30,6%). Los pasajeros que accedieron al destino a través de aerolíneas low cost ascendieron a 1.445.477 en los primeros tres meses de 2020.

El número de viajeros alojados en hoteles de Canarias descendió un 18,5% en el trimestre inicial del año en comparación con el mismo periodo de 2019. Esta caída se debió tanto al comportamiento del mercado extranjero (-18,9%) como al nacional (-16,6%). En cambio, la estancia media en el conjunto de estos tres meses superó en un 3,8% la registrada a comienzos del año pasado, aunque la cifra de pernoctaciones bajó un 16,7%. El índice de ocupación cayó 29,6 puntos y se situó en marzo en un 42,8%, por encima de la media nacional (28,9%).

El parón de la actividad en marzo, coincidiendo con el cierre de los establecimientos, interrumpió el incremento que hasta entonces se estaba produciendo en los ingresos por habitación disponible, que había sido del 2,4% en enero y del 3,1% en febrero. En el tercer mes del año este indicador se hundió un 35,1%. La tarifa media diaria se mantuvo en marzo, ya que solo presentó una leve variación del 0,1% anual, según el Indicador de Rentabilidad del Sector Hotelero (ADR). Por su parte, el Indice de Precios Hoteleros se situó en 127,8 puntos, un 1% por debajo del registrado en marzo de 2019.

Descenso del personal empleado

El personal empleado en establecimientos hoteleros, contabilizado por el INE en su Encuesta de Ocupación en Alojamientos Turísticos, experimentó un descenso interanual del 7,8% en el promedio del primer trimestre. Como en el resto de los indicadores, esta caída responde al dato del mes de marzo, en el que la cifra de trabajadores bajó un 21,9%. En enero, el descenso anual del empleo fue del 2,2% y en febrero se detectó una variación positiva del 0,4% respecto al mismo mes de 2019.

Atendiendo no solo al sector alojativo, sino al de restauración, se aprecia también un deterioro en el mercado de trabajo. Los afiliados a la Seguridad Social en la actividad de hostelería cayeron un 2,5% en su media trimestral respecto al año anterior, rompiendo así la tendencia de crecimiento iniciada en la segunda mitad de 2010. Aunque en enero las afiliaciones habían aumentado anualmente un 1,6% y en febrero lo habían hecho un 2,6% -con 2.278 y 3.741 cotizantes más que un año antes, respectivamente-, en marzo se truncó esta evolución.

El retroceso del 11,5% contabilizado ese mes supuso que el trimestre se cerrara con 16.783 afiliados menos que en el mismo periodo de 2019. Hay que recordar que en este descenso no se incluyen los trabajadores acogidos a un ERTE o los autónomos que hubieran solicitado la prestación por cese de actividad, que siguen siendo considerados como afiliados.

El informe de la Cámara sobre la situación del turismo incluye también datos sobre la confianza de los empresarios del sector. Solo un 5% de los encuestados afirmó haber mejorado su actividad durante el primer trimestre del año, frente a un 64,2% que percibe un empeoramiento. El saldo negativo se agranda y asciende 59,2 puntos. El 30,8% restante constató un mantenimiento de la actividad en los primeros compases del año con relación a los tres últimos meses de 2019.

Los resultados se desploman cuando se trata de las expectativas del sector cara al segundo trimestre del año, que seguramente será el peor para las empresas en el conjunto de 2020. La confianza de las empresas de transporte y hostelería decae en este trimestre un 35,5%, el mayor descenso del conjunto de sectores analizados, tras sufrir una caída en sus previsiones a corto plazo, con un 95% de empresarios que esperan una caída en su actividad.

Un 5% prevé mantener en el segundo trimestre del año los mismos resultados alcanzados en el primero y ninguno contempla que se puedan producir avances, dadas la incertidumbre y las dificultades que se han de salvar para que el sector pueda ir retomando la actividad.