El Gobierno de Canarias remite hoy al Ejecutivo de Pedro Sánchez los datos en el ámbito sanitario, de movilidad de personas y socioeconómicos que avalan que las cinco islas que están en fase cero pasen a la fase uno el lunes. Tenerife, La Palma, Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote cumplen ya los indicadores establecidos en el Plan para la transición hacia una nueva normalidad del Estado, que inciden sobre todo en la respuesta sanitaria actual al Covid-19 y, de cara a un futuro, en la apertura de la conectividad aérea y marítima, especialmente para el turismo. Por ello, se pone un especial énfasis en el diagnóstico precoz en los centros de Atención Primaria y hospitalarios, en el control de los casos que se puedan detectar y en los contactos que han tenido para evitar rebrotes.

En este contexto, el director del Servicio Canario de Salud y viceconsejero de Presidencia, Antonio Olivera, sostiene que las cinco islas ya están preparadas para avanzar a la fase uno, y pone en la lista incluso a Tenerife, la isla con más casos, pero que tiene una incidencia "mínima" en comparación con otros territorios de España. En los indicadores que exige el Gobierno central para ir superando fases se requiere reforzar, por tanto, la asistencia en centros de salud y los hospitales, no solo con la incorporación de personal sino con más camas de agudos y UCI de forma que no se desplacen recursos de un tratamiento normal al Covid-19. Los centros sanitarios se preparan ya para establecer pasillos separados para posibles casos de coronavirus y para las personas que vayan a sus médicos por otros motivos.

En cuanto a las camas UCI, Canarias explicará al Ministerio de Sanidad las particularidades de islas como La Gomera, El Hierro o La Graciosa, que ya están en fase uno, pero carecen de estos recursos. Si se produjeran casos de este tipo se trasladarían por vía aérea a sus hospitales de referencia, en Tenerife y Gran Canaria, como ha sucedido hasta ahora en todas sus urgencias, indica Antonio Olivera.

En el plan estatal se prima la vigilancia epidemiológica y se piden datos con una periodicidad diaria como, por ejemplo, los casos sospechosos atendidos, los nuevos confirmados por los test PCR, las altas médicas, la mortalidad o los pacientes que no han requerido hospitalización así como dónde hacen su confinamiento. Esto ya se viene realizando pero ahora se institucionaliza en fichas concretas que el Gobierno canario ya está cumplimentando y que remite hoy a Madrid, que dictaminará si las cinco islas que restan por pasar a fase uno pueden incorporarse.

La Gomera, El Hierro y La Graciosa seguirán en esta fase 1, y el Ejecutivo canario irá analizando cómo evolucionan todas las islas para pedir, más adelante, que avancen en las fases. El presidente canario Ángel Víctor Torres señaló ayer que si toda Canarias entra en fase uno el día 11 será un "éxito", pero advirtió que van a ser muy rigurosos con el control y con el seguimiento de las normas para evitar nuevos contagios.

Al respecto, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, el doctor Fernando Simón, explicó que adaptar los sistemas informáticos y las estructuras sanitarias para cumplir con las condiciones que se piden en las órdenes de Sanidad llevará un tiempo y no se pueden realizar de un día para otro. "Las fechas se ponen de manera orientativa", admitió, a pesar de que están recogidas en estas órdenes, si bien las unidades que tienen que valorar los avances -la Dirección General de Salud Pública y el propio centro de coordinación- tendrán cierta flexibilidad, pero necesitan un tiempo mínimo para analizar las peticiones que se presenten y discutirlas con las comunidades. El Gobierno canario no tiene dudas de que las cinco islas van a pasar este primer examen del Estado.

El caso de Baleares

Aunque el plazo finaliza el jueves, Baleares ya ha solicitado al Ministerio de Sanidad que otras dos islas, Ibiza y Menorca, pasen a la fase uno -Formentera ya está-, que significa la reapertura del 50% de la terrazas de los bares y restaurantes, abrir los locales y establecimientos de menos de 400 metros cuadrados con un aforo del 30%, reuniones de diez personas o moverse por el municipio con el coche y con otros pasajeros.

En cuanto a las App para controlar la movilidad de las personas en las Islas, y especialmente cuando se abran al turismo, desde Canarias se esperan indicaciones homogéneas del Estado y de la Unión Europea, por la alta dependencia de las Islas de los visitantes extranjeros y, por tanto, el control se habrá de establecer conjuntamente con los países de origen.

El Estado está centralizando las distintas alternativas que se pueden imponer como, por ejemplo, saber a través de los móviles dónde se encuentran los turistas o si hay casos positivos en los próximos meses conocer con exactitud los contactos que hayan tenido o los sitios en los que han estado a fin de evitar rebrotes. Aunque prima el criterio sanitario para pasar a la fase 1, Canarias también remite datos de los otros dos indicadores. En los de movilidad se mide la movilidad interior por isla, la de vehículos o la conectividad con el exterior, y en los socioeconómicos, el número de afiliados a la Seguridad Social, los ERTE y el consumo energético.