Nueva crisis en la Consejería de Sanidad. La directora médica de Atención Primaria, Ana Bella Álvarez, presentó ayer su dimisión por discrepancias con el gerente, Ricardo Redondas. El departamento que ahora dirige Julio Pérez lo limitó a una posición personal por parte de Álvarez, aunque de la carta de dimisión que difundió ayer entre sus compañeros se trasluce que la renuncia va más allá de motivos estrictamente personales: "no me siento identificada, no comparto ciertas decisiones, por lo que lo más conveniente es que presente mi renuncia", indica en la carta.

Fuentes consultadas advierten que hay descontento y mal ambiente interno en el órgano directivo de Atención Primaria, lo que ha provocado otras renuncias de cargos intermedios del Área de Salud -caso de Francisca Socorro, también con responsabilidades en el área médica- y que en los próximos días se pueden presentar más dimisiones.

En la misiva, la doctora Álvarez Medina describe su experiencia en la dirección médica de Atención Primaria de "agridulce". "Me voy con mal sabor de boca, en el sentido de no haber podido hacer más cosas de las que me dejaron. Esta impotencia y el no estar de acuerdo con decisiones tomadas es lo que me hace tomar esta dura decisión", relata.

Agradecimiento

Ana Bella Álvarez agradece el respaldo del personal durante los meses que ha estado al frente de la coordinación médica en la red de los centros de salud. Sin embargo, esta renuncia viene en un momento de transición clave en el contexto de la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus en las Isla y la respuesta que se ha dado desde el Servicio Canario de Salud (SCS). De hecho, una vez que han mejorado los indicadores de hospitalización -tanto de nuevos ingresos como de camas y unidades de cuidados intensivos- ahora es la Atención Primaria la que recoge el testigo para el control del virus con las medidas de prevención, la detección de nuevos casos o las pruebas que se realizan a la población.

En este sentido, la ya exdirectora médica escribe en su misiva que "estos meses que nos esperan serán de renacer de la Primaria, son tantas las cosas que hemos aprendido estas últimas semanas". Por eso apela al personal porque con su esfuerzo "han conseguido demostrar lo que es la Atención Primaria".

Tras conocerse la decisión de la renuncia de Ana Bella Álvarez, las redes sociales y los grupos de WhatsApp vinculados a la sanidad canaria se llenaron de mensajes de respaldo a la que ha sido hasta ahora directora médica y de críticas al gerente de Atención Primaria de Gran Canaria, Ricardo Redondas, por su gestión durante la crisis del Covid-19.

Ricardo Redondas es militante socialista y está vinculado a la familia del partido donde se encuadran, entre otros dirigentes, Teresa Morales o Jesús Morera. De hecho, fue director general de Salud Pública durante la etapa de Morera al frente de la Consejería de Sanidad en la primera parte de la legislatura pasada, durante el pacto CC-PSOE. Cuando los socialistas salieron del Ejecutivo, se mantuvo en el cargo pero posteriormente presentó su carta de renuncia al exconsejero José Manuel Baltar. Durante la etapa de Baltar fue uno de los principales críticos con su gestión y lideró las llamadas mareas blancas que cuestionaban el proceso privatizador iniciado por el Gobierno de CC dirigido por Fernando Clavijo, ya que Baltar procedía de la gestión del ámbito sanitario privado.

Retornos de la etapa de Baltar

BaltarCon la nueva legislatura y la llegada del PSOE de nuevo a la Consejería de Sanidad, Redondas, junto a parte del equipo de la etapa anterior, se postuló para volver a ocupar altos cargos en el departamento dirigido por Teresa Cruz. Esta pugna provocó fricciones internas en el PSOE y todos quedaron fuera del organigrama de altos cargos. No obstante, Morera fue nombrado finalmente como gerente del Hospital Doctor Negrín y Redondas al frente de la Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria.

Uno de los principales desencadenantes de las dimisiones y el malestar existentes es la gestión del Covid-19 desde que se inició la pandemia. El elevado índice de contagios y bajas entre el personal sanitario por la falta de material de protección y de pruebas fue uno de los motivos que llevó al cese de la anterior consejera, Teresa Cruz, y a parte de su equipo, que fueron suplantados por algunos miembros procedentes de la etapa de Baltar, entre ellos Conrado Domínguez -con quien Redondas mantuvo fuertes discrepancias cuando era director del Servicio Canario de Salud- y José Juan Alemán, que sustituyó en la anterior legislatura a Redondas al frente de la Dirección General de Salud Pública. En el Área de Salud de Tenerife también fue designado un cargo procedentes de la gestión de Baltar, Ignacio López Puech.

Tras la entrada de Julio Pérez y Antonio Olivera para dirigir la gestión sanitaria del Covid-19 la situación se ha ido encauzando pero, sin embargo, las tensiones internas continúan en la dirección de Atención Primaria de Gran Canaria. Según las fuentes consultadas por este periódico, en los próximos días puede haber más renuncias en los centros de salud y otras áreas por desavenencias que ya se han llevado por delante a la directora médica y a otras personas de su entorno.

También en la últimas semanas sindicatos como Intersindical Canaria (IC) han criticado la gestión de Redondas por sus "formas" y la imposición de los puestos en los diferentes centros de salud, nombrando a coordinadores y directores no por criterios profesionales sino por afinidad personal o política. Sectores socialistas se muestran preocupados por el impacto que esta situación puede tener en la gestión de la Atención Primaria con la crisis del Covid-19 y la imagen de la sanidad pública del Archipiélago.