Canarias volvió a reivindicar ayer sus peculiaridades y el enorme impacto económico y social que está provocando la crisis del coronavirus para demandar un tratamiento específico en el reparto de los 16.000 millones de euros anunciados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para distribuir entre las comunidades autónomas. El jefe del Ejecutivo regional, Ángel Víctor Torres, demandó que de los fondos destinados a compensar la pérdida de recaudación Canarias reciba un tratamiento especial por su régimen fiscal propio, ya que el descenso de los ingresos por el IGIC -el IVA en la Península- conlleva una quiebra económica y social para la Comunidad Autónoma porque es su principal motor recaudatorio vinculado al consumo, que ha caído estrepitosamente por el cierre turístico y comercial.

De los 16.000 millones que anunció Sánchez ayer a los presidentes de las comunidades, 10.000 millones son para el gasto sanitario ocasionado por el Covid-19; otros 1.000 millones para sufragar las políticas sociales y los restantes 5.000 millones de euros para repartir en función de la pérdida de ingresos propios en las arcas autonómicas. Es aquí donde el presidente canario indicó que la Comunidad Autónoma defenderá un tratamiento específico en la distribución de esta partida: "igual que es justo que la distribución de los fondos sanitarios se reparta más allí donde el gasto sanitario ha sido mayor por la población afectada, el resto de los fondos debería distribuirse de acuerdo al impacto socioeconómico y en este aspecto Canarias es la más afectada", advirtió Torres.

Torres coincidió con la ministra de Política Territorial Carolina Darias -entrevistada por EL DÍA- en que "el trato singular de Canarias es un hecho consolidado, está en el Régimen Económico y Fiscal (REF), somos región ultraperiférica y estamos alejados del continente", una situación que ha sido favorable para frenar la pandemia, pero también conlleva dificultades, ya que el Archipiélago "tiene situaciones diferentes, no son cuestiones a discutir", dijo Torres. También reiteró que es "importantísimo" que Canarias pueda utilizar el superávit y la capacidad de endeudamiento, además de que las corporaciones locales puedan disponer de su remanente de tesorería.

Tras la reunión telemática con el presidente del Gobierno estatal y el resto de sus homólogos autonómicos, Torres mostró su deseo de que el plan para la reactivación económica y social de Canarias pueda firmarse el próximo Día de Canarias, es decir, el 30 de mayo. Torres destacó que Canarias es la primera comunidad autónoma que ha elaborado un pacto por la reconstrucción, aparte del acuerdo por la reactivación económica y social del Estado, y manifestó su esperanza de que todos los sectores de las islas lo apoyen. El presidente apeló a "la responsabilidad compartida" para que entre todos se afronte de manera conjunta la crisis económica y social derivada de la pandemia. "Es un documento de todos nosotros", según Torres, y por ello propone que se firme "el día de nuestra tierra".

El dirigente socialista sí mostró de nuevo su inquietud por los fondos de la Unión Europea destinados a la reconstrucción económica y social. La reunión de la Comisión Europea prevista para esta semana se ha aplazado y Torres advirtió que tanto Canarias como el resto de comunidades autónomas están pendientes de los 1,6 billones de fondos europeos para cerrar el marco presupuestario y saber con qué partidas comunitarias se cuenta. Canarias como región ultraperiférica considera que debe contar con fondos específicos por su lejanía e insularidad.

Pedro Sánchez también ofreció una "cogobernanza" a las comunidades autónomas para aplicar el plan de desescalada y recuperar el pulso económico y social parado por la pandemia. En este sentido, el presidente del Ejecutivo regional insistió en que los indicadores sanitarios de Canarias son los más óptimos del conjunto del Estado y se mostró convencido de que todas las Islas podrán entrar en la fase uno del desconfinamiento desde el 11 de mayo, sin descartar que pueda adelantarse alguna isla más además de La Gomera, El Hierro y La Gomera, que inician esta fase en la jornada de hoy.

Torres indicó que la voluntad es que dentro de ocho días las otro cinco islas estén en la fase uno y afirmó que en estos momentos esa posibilidad "es real". Es más, el presidente aseguró que es posible que haya algún adelanto, pero no se ha atrevido a anunciarlo; en cualquier caso, dijo que "ojalá" todas las islas puedan estar en la fase uno el próximo día 11 de mayo.

El presidente agregó, además, que la Consejería de Sanidad va a activar mecanismos sanitarios y de seguridad en las tres islas que hoy entran en la fase uno y se han mantenido reuniones con los presidentes de los cabildos de La Gomera, Lanzarote y El Hierro para coordinar dicha actuación.

Lo mismo se hará con las otras cinco islas porque hay que arbitrar bastantes mecanismos y cumplir unos parámetros "exigentes". Podría ocurrir que haya territorios que no los cumplan y tuvieran que retrasar su entrada en la fase uno, prosiguió el presidente canario, y por ello hay la voluntad de que esta etapa sea un éxito para su inicio en las cinco islas restantes.

El presidente de la Comunidad Autónoma no contempla una posible derrota del Gobierno central en el Congreso el miércoles en el debate sobre la prórroga de un nuevo estado de alarma. De hecho, Torres se mostró convencido que no hace falta un plan B porque se aprobará con seguridad dos semanas más para continuar con la desescalada.

Pese a las imágenes de concentración de personas vistas el sábado en las playas y algunas zonas de las Islas, Torres cree que la mayoría de los canarios está actuando con "civismo" y ajustándose a los horarios y normas. No obstante, advirtió que cualquier incumplimiento redundaría en perjuicio de todos los ciudadanos y no solo de los incumplidores.

El jefe del Ejecutivo regional fue cuestionado sobre si dimitiría una vez finalice lo peor de la pandemia. Por ello quiso lanzar un mensaje claro a quienes crean que la crisis del coronavirus le puede llevar a presentar su dimisión: "Ni me he planteado, ni me planteo, ni me plantearé dimitir cuando vengan situaciones mal dadas".

"¿Quién iba a pensar que aquello se iba a convertir en la pandemia más grave que ha tenido el ser humano desde el siglo XX hasta hoy?", se preguntó Torres, quien insistió en que en ningún caso tenía en la cabeza que esto pudiera ocurrir, ni siquiera algunas de las crisis anteriores, desde el incendio de Gran Canaria hasta la quiebra de Thomas Cook. Recordó que empezó en política hace unos años y que "nunca" ha dejado un puesto elegido por el voto de los ciudadanos.