El plan singularizado de desconfinamiento presentado por Canarias al Ministerio de Sanidad no se aplicará tal y como lo contempla la Comunidad Autónoma. La desescalada aprobada ayer por el Consejo de Ministros no hace distinciones y trata por igual a Tenerife y a Gran Canaria que a Madrid o Barcelona, pese a que las diferencias en los indicadores sanitarios de la pandemia entre unas y otras son abismales. El Estado ha hecho una excepción con las islas de La Graciosa, La Gomera y El Hierro, que se adelantarán una semana en el cronograma respecto al resto, pese a que el programa aprobado por el Gobierno regional trataba a todas las islas por igual a la hora de salir del confinamiento.

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, apuntó ayer que estas islas, junto a Formentera (Baleares), podrán aplicar ya la primera fase del desconfinamiento gradual. El resto de país empieza en lunes la fase cero y no entrarán en la uno hasta el día 11. El plan del Gobierno tiene cuatro fases, de cero a tres, con una duración de dos semanas cada una, mínimo.

En la fase de preparación, o cero, el Ministerio de Sanidad autoriza que, a partir del sábado, se pueda salir a realizar deporte de forma individual y paseos cortos de las familias; la apertura de restaurantes y locales con cita previa para recoger comida, pero sin consumir en el establecimiento, con las medidas de protección adecuadas, y el entrenamiento de deportistas federados y equipos de competiciones profesionales.

También se permitirá, desde el lunes y de forma general, que los servicios profesionales que requieren tener contacto con el cliente puedan abrir solo con cita previa y con la obligación del uso de mascarillas y guantes. Es el caso de peluquerías o consultas de fisioterapia, que dispondrán también de horario específico para los mayores de 65 años.

Por su parte, desde el lunes los gracioseros, gomeros y herreños podrán comenzar la fase de inicio, o uno, con la reapertura del pequeño comercio y las terrazas de bares y restaurantes con limitaciones de ocupación al 30% de su capacidad y con otras medidas de protección, como mamparas. También se prevé que abran hoteles y alojamientos turísticos excluyendo zonas comunes y con un horario preferente para mayores de 65 años. Los lugares de culto podrán abrir con un tercio de su capacidad y se permitirá que el sector agroalimentario comience de nuevo su actividad.

El plan elaborado por el comité científico que asesora al Ejecutivo regional contemplaba que todas las islas iban a salir del desconfinamiento por igual, al margen de la incidencia del coronavirus en cada una. La Graciosa no ha registrado, hasta la fecha, ningún caso vinculado a la epidemia, mientras que La Gomera ha sufrido diez y El Hierro, cuatro. Pero estas dos últimas islas tampoco tienen ya casos activos de Covid-19.

El plan de desescalada (formalmente Plan de Transición hacia una Nueva Normalidad) aprobado por el Consejo de Ministros diluye la propuesta del Ejecutivo regional y asemeja la situación de las Islas con la de otras provincias o comunidades donde la incidencia del coronavirus siempre ha sido mucho mayor que en Canarias. No obstante, el planteamiento del Gobierno estatal sí tiene ciertos paralelismos con la planificación canaria ya que también se divide por fases y no hay plazos cerrados entre una fase y otra. Entre las fases hay un desconfinamiento gradual y pautado que durará un mínimo de dos semanas, tanto de las actividades que puede realizar la población como las distintas actividades económicas que se vieron obligadas a cerrar tras la implantación del estado de alarma. Nada aparece, por otra parte, de la idea de salir a la calle según el número del domicilio de los ciudadanos. No hay pares ni nones en el plan central.

El presidente Sánchez reiteró, sin embargo, la idea de una implantación asimétrica del desconfinamiento, de tal forma que cada provincia o isla podrá tener unas condiciones específicas de desescalada si los indicadores sanitarios lo permiten y el Ministerio lo autoriza. "Descenderemos en equipo, descenderemos a distintas velocidades de forma asimétrica, pero lo vamos a hacer de forma coordinada", aseguró Sánchez, de manera que se avanzará "en cada lugar tan rápido como lo permita el control de la epidemia y tan lento como lo exija la protección de la salud". Esta asimetría se debe a que la pandemia "ha golpeado" de diferente forma a las distintas regiones españolas y a la organización territorial del país, indicó.

Las cuatro fases de la desescalada se prolongarán hasta finales de junio y Pedro Sánchez no descarta que se pueda alargar el estado de alarma hasta esas fechas. Lo que sí dio por seguro es que habrá una prórroga del mismo dos semanas más hasta finales de mayo.

El curso escolar se reanudará en septiembre, pero ya en la fase dos se contempla la posibilidad de actividades de refuerzo, que los menores de seis años puedan acudir al centro si ambos padres trabajan presencialmente y para celebrar las pruebas de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) para acceder a la universidad.