Coalición Canaria-PNC ha elaborado una propuesta de actuaciones para planificar la reactivación turística en Canarias a partir de un Plan Integral de Prevención de brotes de Covid-19 como "estrategia clave" para recuperar el sector.

Como explica el texto, "es evidente que aquellos destinos que consigan demostrar un alto nivel de resiliencia podrán optar a recuperar y consolidar una oferta que estimule la recuperación social y económica de una forma más rápida", si bien señala que la actividad turística está condicionada por el levantamiento de las restricciones de movilidad en España y en Europa, los niveles de afección sanitaria y económica de los mercados y la confianza de los clientes.

Los nacionalistas, en este documento, recuerdan que el perfil del turista que visita Canarias, según recoge la encuesta de gasto para 2019, destaca como valores a la hora de elegir el clima (78%) y la seguridad (52%) además del hecho de que un 73% son repetidores, porcentaje que llega o supera al 80% en el caso de nórdicos, irlandeses o británicos. Por otro lado, el 54% de los visitantes son mayores de 45 años y el 22% superan los 60 años.

Así, el documento apunta que aunque hay un cierto consenso en que la reactivación turística experimentará previsiblemente una recuperación a dos velocidades: una más rápida de los viajes de proximidad y en vehículos particulares, principalmente en el ámbito nacional de los países y otra más lenta en los viajes con desplazamiento en transporte compartido (tren o avión, fundamentalmente) y no hay datos todavía sobre la intención de viajes de los principales mercados emisores durante este año.

Por tanto, en el contexto actual, toda la cadena de valor del sector turístico, sin perder sus cualidades básicas por las cuales era elegido anteriormente, deberá adaptar su propuesta con la premisa de que el visitante va a requerir esa seguridad, y de esta manera la oferta podrá planificarse aplicando medidas que garanticen esa seguridad integral desde el punto de vista local, resaltan desde CC.

Así, señalan que "el visitante va a priorizar ya no sólo los riesgos actuales derivados de la pandemia, sino también todos aquellos que puedan afectarle desde el punto de vista sanitario, dado que se ha creado una alarma de tal magnitud, que ha hecho aumentar radicalmente la sensibilización de la población a los riesgos sanitarios".

La insularidad puede ser una "fortaleza"

En el caso de Canarias, la insularidad y la lejanía, que siempre han representado un problema, "se pueden convertir en una fortaleza", dado que de cara a abordar estas situaciones pandémicas que supone la globalización las medidas de un "aislamiento" controlado favorecen la situación de seguridad, apuntan.

Además, cuestiones como la alimentación sana, la disminución de la contaminación, el uso de energías renovables y la reutilización de residuos adquirirán una mayor valoración por parte de los potenciales visitantes.

Cada uno de los destinos turísticos deberá garantizar una "cartera sanitaria" acorde a la demanda, y mejorando en todas aquellas debilidades que se detecten y Canarias, en ese sentido, parte de un "excelente" punto de partido ya que se trata de un destino con altos niveles de seguridad sanitaria.

Todas estas medidas no sólo deben centrarse en los establecimientos hoteleros --que por sus capacidades van a tener en general más posibilidades para instrumentar medidas adecuadas-- y de restauración sino también en el resto de la oferta turística y al de agentes que contribuyen al paquete turístico (agencias de viaje, líneas aéreas, aeropuertos, transporte interior), debiendo ser extensibles tanto a establecimientos públicos como privados de todo tipo, como las terminales, paradas y oficinas de transporte, los vehículos que utilizan, las empresas de ocio así como resto de comercios y demás empresas de servicios.

Para los nacionalistas, el plan debe pasar por la constitución de un equipo multidisciplinar de carácter técnico para valorar las actuaciones a llevar a cabo y que pueda proponer aquéllas que se consideren según la evolución de las circunstancias y que esté compuesto por especialistas con experiencia en Salud Pública, Turismo, Transportes, Economía y Hacienda, más especialistas del sector privado.

Asimismo, es necesaria la realización de encuestas de motivación actualizadas de posibles visitantes y que deberían llevarse a cabo al menos en los principales países emisores de turistas; el establecimiento de las medidas considerando el lugar donde se van a desarrollar y la anticipación a las necesidades de futuro.

Vacunación de la población contra la gripe en otoño

Como medida de anticipación, este documento propone vacunar al mayor número posible de población contra la gripe ya que en otoño puede coexistir con la Covid-19 lo que implica la "compra anticipada" en previsión de la enorme demanda que se producirá a nivel mundial y el desarrollo de pruebas analíticas.

Para CC-PNC el autocontrol debe ser clave para la disminución de riesgos y al mismo tiempo que se lleve a cabo un desarrollo legislativo que aporte tanto seguridad jurídica a las medidas propuestas como garantías en el conocimiento de las actuaciones propuestas.

"Y tan importante como ello es necesario contar con instrumentos que nos aporten datos objetivos de cara al control de los visitantes", señala.

En este sentido y para evitar posibles nuevos rebrotes, se plantea en el documento todas aquellas medidas que aporten la mayor seguridad posible de que los visitantes no sean portadores (sobre todo los asintomáticos que son el principal riesgo).

Otro aspecto clave es incorporar medidas como la apertura paulatina de rutas, iniciándose sólo con zonas que ya están sin casos o estén controlados, la utilización de pruebas-test previas al viaje o en destino, el uso de herramientas tecnológicas que permitan geolocalizar a determinados visitantes que se puedan considerar de riesgo o indicar un contagio como la medición de la fiebre, aperturas de puertas con mandos o sensores o ascensores sin botones.

Además, los nacionalistas consideran que es necesario establecer cuanto antes un calendario de actuaciones, un plan de inversión público-privada para afrontar el coste de las diferentes medidas propuestas así como la puesta en marcha de campañas de concienciación en la importancia de respetar las medidas a llevar a cabo con el mayor rigor posible.