El ministro de Sanidad, Salvador Illa Roca, confirmó ayer que la desescalada no comenzará hoy en Canarias congelando la propuesta del Gobierno regional y condicionando la aplicación de cualquier iniciativa en el país a lo que determine el Ejecutivo central, cuyo Consejo de Ministros conocerá mañana el Plan de Desescalada de Transición que presentará el presidente, Pedro Sánchez En respuesta a una pregunta formulada por EL DÍA, en su comparecencia pública de ayer aseguró que "el martes comenzaremos a evaluar qué partes del territorio de comunidades autónomas cumplen los requisitos para empezar esa fase de transición".

En consonancia con lo que viene señalando desde hace una semana, el ministro incidió en que previamente habrá que determinar el nivel de capacidad asistencial, de la vigilancia epidemiológica, de los mecanismos de identificación y tratamiento precoz de nuevos casos, así como de las medidas de protección colectiva. Aspectos que serán evaluados -cuantitativa y cualitativamente, dijo- por el Ministerio de Sanidad hoy, si bien el ministro y el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, entregaron ayer el informe Recomendaciones sanitarias para la estrategia de transición al titular del Ejecutivo.

"Gradual, coordinada, asimétrica y con mucha prudencia" volvieron a ser los términos que empleó Illa Roca para definir cómo será el proceso de desconfinamiento, antes de reconocer que los datos que se obtienen en Canarias de la evolución de la pandemia "son buenos", concluyendo con un elocuente "no le perdamos el respeto al virus".

En la misma rueda de prensa, el ministro de Sanidad anunció que las personas mayores podrán pasear a partir del sábado, siempre que los datos de la pandemia evolucionen bien. Al tiempo, dio por hecho que el Gobierno pedirá una ampliación de la prórroga del estado de alarma más allá del 10 de mayo. De hacerse realidad, la nueva prórroga sería la cuarta que el Ejecutivo solicitaría al Congreso y, de salir delante, supondría que España superaría los dos meses en estado de alarma.

Con el ministro de Sanidad coincidió ayer la vicepresidenta cuarta, Teresa Ribero, al aludir a la bondad de las cifras que registra la evolución de la crisis sanitaria en el Archipiélago. A su juicio, no solo son buenos datos epidemiológicos, sino "fantásticos". Atribuye ese hecho al "cierre de sus puertas a la movilidad", cercenando así una vía para el tránsito del virus.

Siendo este un hecho valorado como "fundamental" por la también ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Ribera Rodríguez se mostró preocupada por la reactivación del turismo y puso en valor el trabajo de las patronales del sector y subsectores vinculadas a la actividad y del ministerio correspondiente con el propósito de definir y pautar el llamado "turismo seguro".

Advirtiendo de que la seguridad no solo implica al visitante y a cuantos están implicados en las distintas facetas del sector, sino a la población del lugar, anunció que la intención del Gobierno es ir "liberalizando" todas las actividades relacionadas con el turismo de manera gradual y siempre en condiciones de seguridad, porque es "absolutamente fundamental" para España por su peso en el PIB y en el empleo.