Canarias necesita un gran plan de reconstrucción económica y social para después de la crisis sanitaria. El presidente del Gobierno regional, Ángel Víctor Torres, hizo ayer un llamamiento en el Parlamento a unir las fuerzas de partidos políticos, agentes económicos y sociales, universidades, ONG y entidades relevantes de la sociedad civil para llevar este plan como la propuesta de Canarias ante el Estado y la Unión Europea, a fin de recibir los recursos que requiere para salir del colapso económico provocado por el coronavirus . Los portavoces de los grupos políticos de la Cámara mostraron su predisposición a sumarse a la iniciativa pero los principales partidos de la oposición, Coalición Canaria y Partido Popular, condicionaron su respaldo a un giro en la gestión de la crisis y a mostrar más firmeza ante el Estado para defender las singularidades de las Islas.

Torres enumeró la crudeza de la crisis en cifras: se prevé una caída de unos 1.300 millones de euros de ingresos fiscales en las arcas autonómicas hasta diciembre; sólo para las prestaciones de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) de Canarias el Gobierno central tiene que desembolsar 339 millones mensuales y se requieren varios centenares de millones más cada mes entre ayudas, bonificaciones e inyecciones de liquidez para evitar una catástrofe económica y social en el Archipiélago. Ni utilizando todo el superávit de las administraciones canarias (más de 4.000 millones de euros), ni la póliza de crédito de 1.700 millones que se está gestionando ni los fondos ICO que le corresponden a Canarias -una primera remesa de unos 1.000 millones de euros- serán suficientes para frenar la sangría en la que se encuentran las arcas públicas, debido al cierre de la actividad y la excesiva dependencia del turismo y del sector servicios. Ante esta magnitud, Torres apeló a la unidad de todos los sectores, partidos y agentes implicados para lograr una gran inyección de dinero público con fondos europeos, estatales y endeudamiento de las administraciones con carácter finalista, para después ir recuperando poco a poco la actividad económica.

Torres compareció ayer ante la Diputación Permanente del Parlamento, órgano erigido durante el confinamiento como garante del control parlamentario al Ejecutivo. El presidente de la Cámara, Gustavo Matos, calificó la cita como "histórica" porque se trataba de una sesión inédita en la historia autonómica de Canarias al ser totalmente virtual. El presidente intervino desde la sede de Presidencia y todos los portavoces, conectados al mismo tiempo desde sus respectivos domicilios, intervinieron en respuesta al jefe del Ejecutivo. Los problemas técnicos se pudieron solventar sin mayores inconvenientes.

Como también ocurre en la política estatal, la oposición no se lo va a poner fácil al jefe del Ejecutivo regional. La intervención de la portavoz del PP en la Cámara regional, Australia Navarro, fue la más dura y crítica con la gestión de la crisis realizada por el cuatripartito. La dirigente popular acusó a Torres de falta de previsión por la escasez de material de protección para los sanitarios, las pocas pruebas o haber permitido grandes multitudes como los carnavales cuando ya había avisos sobre lo que se avecinaba. Asimismo, la presidenta regional del PP incidió en las tensiones internas existentes en el pacto "donde cada uno dice lo que quiere y como quiere y el presidente es un náufrago que navega solo".

"No confunda lealtad con complicidad", advirtió Navarro al presidente del Ejecutivo, y le instó a tomar la iniciativa: "le seguimos tendiendo la mano pero si sigue con parches y ocurrencias no va contar con nosotros".

Los populares aplauden el golpe de timón realizado por Torres en la Consejería de Sanidad al destituir a Teresa Cruz y a su equipo más cercano y reclamó al dirigente socialista que se rodee de expertos y busque el asesoramiento adecuado para tomar las medidas que saquen a Canarias del impacto económico y social derivado del Covid-19. Navarro no desaprovechó la oportunidad para arremeter contra el Gobierno de Pedro Sánchez, a quien tildó de "incapaz y soberbio" y reiteró que se apruebe la declaración de luto oficial por las víctimas del coronavirus.

Desde CC, José Miguel Barragán centró sus críticas en la gestión del Gobierno central e hizo un par de guiños a Román Rodríguez y Casimiro Curbelo al mostrarse de acuerdo en que el Estado "llegó tarde y mal" a la gestión de esta crisis y a la posibilidad de "rebelarse" frente a Madrid si no se atienden las peticiones de Canarias relacionadas con el superávit y el endeudamiento, pero también con el incumplimiento de la agenda canaria.

Más contundencia

Los nacionalistas están por el acuerdo y el consenso para que Canarias se recupere con un plan de reconstrucción pero exigen "más firmeza" ante Sánchez. Por eso Barragán advirtió de que para "estar a su lado" van a exigir a Torres "medidas más contundentes" en defensa de los intereses de Canarias, porque a los nacionalistas no les vale que actúe como "el hombre de Pedro Sánchez en las Islas".

El secretario general de CC demandó más "empuje y agilidad" a Torres e hizo especial mención a la gestión de la crisis de la Consejería de Educación a quien, en su opinión, le falta "empatía" con los docentes y las necesidades de los escolares tras un mes sin clases en el Archipiélago.

Frente a las críticas de populares y nacionalistas, Ángel Víctor Torres aseguró que defiende y seguirá defendiendo "con uñas y dientes" las singularidades y los derechos canarios ante el Gobierno central como los fondos para el empleo, los convenios o el uso del superávit, pero subrayó que esta crisis golpea a todos los territorios, a todo el país y al "mundo globalizado", por lo que la respuesta no puede ser solo local, sino nacional e internacional a través de la UE. En relación con el cese de Teresa Cruz, la decisión se tomó ante la necesidad de realizar "un cambio de rumbo" en la gestión de la Consejería para afrontar la crisis sanitaria.

Los portavoces de ASG, NC y Podemos eludieron cargar las tintas sobre el Gobierno canario, del que forman parte, pero tanto Casimiro Curbelo como Luis Campos sí elevaron el listón en las exigencias al Gobierno de Sánchez. El líder de ASG y presidente del Cabildo gomero cree que es "difícil de entender" la posición del Gobierno de España con Canarias al no dejarle utilizar el superávit para hacer frente a la pandemia y se mostró contundente: "tiene mi apoyo -dirigiéndose a Torres- pero debemos ser inflexibles con el Estado".

El portavoz de NC en el Parlamento, Luis Campos, agradeció la transparencia del Ejecutivo y especialmente de Torres y reclamó al Estado medidas que son "imprescindibles y urgentes" para que Canarias pueda hacer frente a la debacle económica y social. En este sentido realizó un llamamiento a la unidad para que el Estado apruebe un plan específico para las Islas y que se alcance "un gran pacto por el futuro de Canarias sin exclusiones".

Desde Podemos, Manuel Marrero incidió en que la prioridad en la reconstrucción es atender la emergencia social y que todos los instrumentos, como la Reserva para Inversiones (RIC), deben ponerse al servicio de la sociedad y el empleo. Marrero reclamó que se apruebe cuanto antes la renta de emergencia planteada por su formación en el Ejecutivo para que no se propague "el virus de la desigualdad".

La portavoz de Ciudadanos, Vidina Espino, también acusó al Gobierno canario de haber fallado en la gestión sanitaria de la crisis, sobre todo hasta que se destituyó a la consejera del área, y criticó el importante número de afectados por el virus entre el personal sanitario. No obstante, manifestó la voluntad de colaboración de su partido en un acuerdo para abordar la crisis económica y social.

Por el PSOE, Nayra Alemán defendió la gestión de la crisis por parte de Ángel Víctor Torres y su Gobierno y reclamó más unidad en esta situación al resto de partidos porque "es un buen momento para engrasar motores en la unión y no en la crítica".