En 48 horas el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, ha descabezado a la Consejería de Sanidad. Primero fue la destitución de la consejera Teresa Cruz y ayer fueron cesadas la directora del Gobierno canarioÁngel Víctor TorresConsejería de SanidadServicio Canario de Salud Pese a que el consejero en funciones, Julio Pérez, había dicho que se iba a dar unos días para decidir sobre cambios en el departamento ya en el Consejo de Gobierno del jueves se debatieron los cambios y el Boletín Oficial de Canarias (BOC) publicó ayer un número extraordinario para hacer efectivos los nombramientos de Antonio Olivera como director provisional del SCS y de José Juan Alemán como director general de Salud Pública.

De esta forma Torres refuerza al núcleo duro que gestiona la crisis sanitaria del coronavirus, colocando al frente de la misma a personas de su máxima confianza como Pérez y Olivera además de la coordinación técnica de Conrado Domínguez, exdirector de SCS. Olivera compaginará su nuevo cargo en el departamento sanitario, que ocupará de forma temporal, con la Viceconsejería de Presidencia.

Tras la salida abrupta de Cruz el miércoles la situación de Blanca Méndez era insostenible. Fuentes sanitarias y del PSOE daban por hecho tras la destitución de la consejera que la salida de Méndez era cuestión de horas o de días porque estaba totalmente desvinculada del comité de gestión de la crisis y le habían desautorizado al colocar a Conrado Domínguez como coordinador para gestionar los recursos sanitarios públicos y privados para hacer frente al coronavirus. Blanca Méndez, junto a Teresa Cruz, había sido objeto de críticas en estos últimos meses y su cargo estuvo en el alero durante un tiempo para evitar el cese de la consejera, pero finalmente han sido destituidas las dos.

Lo que ha causado cierta sorpresa es la recuperación de José Juan Alemán para la Dirección General de Salud Pública. Alemán, médico de profesión, ocupó el mismo cargo entre enero de 2017, tras la ruptura del pacto CC-PSOE, y septiembre de 2019, ya con el nuevo Gobierno ejerciendo y con Teresa Cruz de consejera. Se trata del segundo excargo de Sanidad de la etapa de José Manuel Baltar que asume responsabilidades en la misma área en esta legislatura, tras la recuperación de Domínguez.

La designación provisional de Antonio Olivera despeja los rumores que habían circulado sobre el regreso de Conrado Domínguez a la dirección del Servicio Canario de Salud. Economista y con perfil más técnico que político, Olivera cuenta no solo con la confianza de Torres para gestionar los recursos económicos sanitarios, sino que también tiene el aval del núcleo duro del PSOE de Tenerife, entre otros de Patricia Hernández, de quien fue jefe de gabinete cuando esta ocupó la Vicepresidencia del Gobierno durante el pacto PSOE-CC hasta la salida de los socialistas. Olivera es licenciado en Economía por la Universidad de La Laguna, doctor en Economía Aplicada y máster en Economía Aplicada por el Instituto Ortega y Gasset de la Universidad Complutense de Madrid; ejerce desde julio pasado como viceconsejero de la Presidencia, en una labor transversal dentro del Ejecutivo.

Los nombramientos de Julio Pérez, Antonio Olivera y Conrado Domínguez tienen carácter provisional mientras se mantiene la lucha contra el coronavirus y el estado de alarma decretado por el Estado. Una vez que finalice el mismo Ángel Víctor Torres se enfrenta a una crisis de gobierno en toda regla porque tendrá que remodelar casi al completo la Consejería de Sanidad en el Ejecutivo y reencauzar las relaciones con su partido en Tenerife, a cuya dirección no le ha gustado el cese de Cruz Oval, al igual que a la corriente Izquierda Socialista, que también ha cuestionado la salida de la exconsejera.

Hay sectores del PSOE que no descartan que Julio Pérez asuma finalmente la Consejería de Sanidad, de la que ya fue titular en los años 90 en el Gobierno de Jerónimo Saavedra, por lo que quedaría vacante el departamento de Administraciones Públicas, Justicia y Seguridad. En las actuales circunstancias de emergencia y gestión de la pandemia los sectores del PSOE críticos están contenidos hasta que pase esta situación, pero el debate interno será intenso ya que la división de los socialistas tinerfeños ha terminado por ahondarse.