Las dos universidades públicas canarias rechazan la posibilidad de dar por finalizado el curso 2019/20 por la pandemia de coronavirus (Covid-19) y trabajan para minimizar los efectos que pueda acarrear académicamente a los alumnos el estado de alarma decretado en España.

Los rectores de las universidades de Las Palmas de Gran Canaria, Rafael Robaina, y La Laguna, Rosa Aguilar, han hablado con la Agencia EFE de la situación de incertidumbre con la que se trabaja debido a esta crisis sanitaria, ante la que apuestan por que el alumnado adquiera las competencias necesarias.

Rafael Robaina ha abogado por "estirar lo que haga falta el marco temporal" para garantizar la finalización del presente curso académico y que los alumnos adquieran las competencias mínimas exigibles para ejercer sus profesiones.

Rosa Aguilar ha manifestado que es evidente que hay mucha incertidumbre, porque no se sabe cuándo se podrá volver a la docencia presencial, pero ha insistido en que el objetivo es que los alumnos se vean afectados en lo académico lo menos posible.

Por ello, se trabaja en las conferencias de rectores para buscar soluciones a los problemas que puedan derivarse de las alternativas que han tenido que buscarse para poder impartir docencia a través de plataformas virtuales, con el objetivo de que no se pierda el curso.

El rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria ha destacado que en la actual coyuntura de pandemia se ha demostrado la fortaleza e idoneidad de estos entornos virtuales, y también el esfuerzo que hacen los alumnos por sacar adelante sus estudios en tiempos inciertos de confinamiento, como los actuales.

Robaina ha rechazado la posibilidad de que parte de los contenidos del curso 2019/20 se puedan desplazar al siguiente, "porque nadie tiene la culpa de esto", y ha asegurado que su predisposición es trabajar "sin prisas ni corsés" para asegurar que futuros profesionales titulados por la ULPGC, como sanitarios, ingenieros, arquitectos o graduados sociales, hayan adquirido las competencias mínimas de sus respectivas especialidades.

Al rector "ni se le ocurre", por tanto, decretar un cierre de curso por el estado de alarma vigente en el país, y recalca que en el entorno virtual al que se ha volcado la actividad docente de la ULPGC, cuyas gráficas reflejan un gran flujo de usuarios diario, se intenta asegurar que los programas se impartan con la máxima normalidad posible.

Sin embargo, es consciente de la dificultad que entraña evaluar la correcta adquisición de conocimientos prácticos en especialidades como la química inorgánica o las sanitarias, en las que hay que demostrar ciertas habilidades.

En estos casos más complejos, el rector ha barajado la posibilidad de que se estudie caso por caso, si es preciso, para poder evaluar hasta qué nivel se han adquirido las competencias necesarias.

Esto será, seguramente, lo que se hará en la ULPGC, siempre que no se pueda recuperar el tiempo presencial perdido por este confinamiento.

Si se dispusiera de más tiempo, como es su deseo, la ULPGC garantizará que se adquieran los conocimientos prácticos que corresponden a cada titulación, una cuestión que el rector prevé abordar con los directivos de los distintos centros de la institución académica después de Semana Santa.

La rectora de la Universidad de La Laguna ha insistido en que no hay información precisa para tomar decisiones acerca de cómo será el final de curso, pues no es lo mismo reanudar las clases presenciales un día de abril que un mes después.

Por ello, las sectoriales de la conferencia de rectores de docencia y estudiantes se reúnen telemáticamente con las conferencias de decanos de las titulaciones para tomar decisiones en función de las especificidades de cada titulación.

No son lo mismo las prácticas de ingeniería que las de sanidad ni las de empresariales, por lo que se trata, en función de cada titulación, de ver los problemas y afrontarlos para intentar dar una solución global, ha explicado la rectora de la Universidad de La Laguna.

Rosa Aguilar ha insistido en que el objetivo es que ningún estudiante pierda el curso y ha añadido que se pondrá especial atención en los que acaban sus especialidades.

También se ha referido la rectora a los problemas que tienen algunos alumnos con el pago de la última parte de la matrícula y ha señalado que las universidades públicas han pedido al Gobierno de Canarias que posponga la fecha del mismo, previsto para el 14 de abril.

La petición se ha hecho de palabra y en breves fechas se hará por escrito, ha indicado Rosa Aguilar, quien ha añadido que los rectores de las dos universidades públicas también solicitarán al Ejecutivo canario que conceda ayudas a las familias de los estudiantes que tienen problemas para pagar las matrículas.

Rosa Aguilar ha señalado que los rectores entienden que muchas familias estarán en una situación complicada cuando termine el confinamiento y no puede ser que, porque no puedan pagar el último plazo de la matrícula, los alumnos tengan que abandonar la universidad.