Canarias quiere replegarse aún más para reducir a la mínima expresión el riesgo de entrada de nuevos casos de coronavirus por los puertos y aeropuertos. En esta línea, los técnicos de la Consejería de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, que dirige Sebastián Franquis El Ejecutivo autonómico elevará en los próximos días la propuesta al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, tal como el propio Franquis adelantó ayer tras la reunión que mantuvo con el titular de esta cartera, el también socialista José Luis Ábalos. Un encuentro en el que el consejero también pidió al ministro una suerte de plan de rescate para el subsector del taxi, abocado a una crisis sin precedentes por la paralización económica.

El representante del Gobierno de Canarias explicó que la mayor restricción del tráfico aéreo tiene un doble objetivo: por un lado, ajustar la oferta a la demanda, que se ha desplomado a cifras insospechadas por las medidas de confinamiento a lo largo y ancho del continente; y, por otro, ir un paso más allá en la lucha contra el Covid-19. "Un esfuerzo más", enfatizó Franquis. No obstante, y aunque la petición de la Comunidad Autónoma está en sintonía con las medidas que ha adoptado el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la última palabra la tiene el Ministerio, que analizará la propuesta de la consejería y tomará la decisión. Todo parece, en cualquier caso, que será un mero trámite.

La reunión entre Ábalos y Franquis sirvió también para abordar la delicadísima situación que atraviesan los taxistas del Archipiélago, que no solo han perdido a centenares de miles de potenciales clientes por el destierro de los turistas, sino que, además, han perdido también a los usuarios isleños, confinados en sus casas en la batalla contra el coronavirus. A diferencia de otras actividades que también se han quedado en trance, los taxistas no tienen capacidad para resistir sin ingreso alguno, y son hasta 6.500 familias las que dependen directamente del taxi en la Comunidad Autónoma. Así se lo hizo saber el consejero de Transportes a su homólogo estatal, a quien le pidió que estudie la inmediata puesta en práctica de medidas en favor de este colectivo profesional. "Es quizá el sector más frágil, y son 6.500 familias, por eso hemos pedido que se estudien medidas concretas", ahondó Franquis, que hizo hincapié en la vital importancia de que las actividades del transporte y la construcción mantengan las constantes vitales durante el tiempo que duren el estado de alarma y la paralización económica. No en vano son precisamente los transportes y el ladrillo (del que dependen 50.000 puestos de trabajo) los dos sectores que están sosteniendo la escasa actividad productiva que aún existe en el Archipiélago. "Es fundamental seguir manteniendo las constantes vitales de la Comunidad Autónoma, y son el transporte y la construcción los que están manteniendo una mínima actividad, por eso hay que ser conscientes de que deben ponerse en marcha medidas para estos sectores tanto ahora, en el estado de alarma, como también con la vista puesta en el futuro", argumentó el responsable de las áreas de Obras Públicas, Transportes y Vivienda.

Sebastián Franquis, que también ayer se comprometió con la patronal de las empresas transportistas a acelerar al máximo los trámites para que puedan cobrar cuanto antes las ayudas y los pagos que les adeudan las instituciones, puso énfasis en que Canarias tiene "paralizado" más del 50% de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que da una idea de la magnitud de la crisis que atraviesa la región. Hay que recordar que ya solo el negocio turístico representa alrededor de un 35% del PIB, con lo que las repercusiones del coronavirus en la economía regional no tienen parangón con las que experimenta ninguna otra comunidad autónoma. Ni siquiera las eminentemente turísticas, como Baleares o Cataluña, están en una coyuntura tan delicada como la que atraviesan las Islas.

"Es importante que el Estado sea sensible dentro del paquete de medidas económicas extraordinarias acordadas mientras dure el estado de alarma, así como en las propuestas para la reconstrucción del tejido productivo tras la crisis", argumentó el consejero.

En lo relacionado con el tráfico aéreo, hay que recordar que las operaciones ya se redujeron notablemente hace una semana a petición del propio Gobierno de Canarias. Tan es así, que de un promedio de 115 rutas diarias de ida y vuelta con la Península, por ejemplo, se ha pasado a apenas 17; y los 200 vuelos entre islas han quedado limitados a tan solo 18. De cualquier forma, y dadas las actuales circunstancias tanto sanitarias como de la misma actividad, con miles de aviones estacionados en los hangares de los aeropuertos, en la consejería entienden que aún hay margen para reducir todavía más el número de operaciones.

Franquis aprovechó también el encuentro con su correligionario en el PSOE para reclamarle una colaboración "más estrecha" en la evacuación de los varios miles de turistas extranjeros que aún permanecen en las Islas. Aunque la cifra es irrisoria en comparación con el millón de turistas que cada mes pasan sus vacaciones en el Archipiélago, los exactamente 8.000 viajeros a los que todavía no se ha podido evacuar (muchos porque sencillamente se sienten más seguros aquí que en sus países y no quieren irse) obligan a una mayor coordinación entre Gobiernos. No obstante, en el Ejecutivo que preside Ángel Víctor Torres dan por descontado que no se logrará evacuar a todos; que no se llegará, en definitiva, al turismo cero.