Canarias prevé que este viernes abandonen las islas 30.000 de los 80.000 turistas que permanecen en ellas, dado el cierre de hoteles decretado por la pandemia del Covid-19, una medida sobre cuya repercusión personal ha pedido a los afectados que consulten a sus consulados y embajadas.

La Consejería de Turismo del Gobierno canario ha intensificado en redes sociales la información dirigida a las personas que pasan sus vacaciones en el archipiélago, a quienes ha distorsionado su descanso esta pandemia, que obliga a cerrar los establecimientos en los que se alojan. La titular del departamento, Yaiza Castilla, ha manifestado en un comunicado que esta campaña informativa se ha puesto en marcha tras conocerse, a última hora de este miércoles, que los establecimientos alojativos tenían que cerrar para contribuir a que no se siga propagando este coronavirus.

Hasta ahora, el cierre de los establecimientos turísticos en Canarias se había realizado de forma escalonada, pero con la entrada en vigor de la nueva orden se da un plazo máximo de siete días naturales para que salgan los últimos huéspedes.

La campaña informativa de Turismo de Canarias se difunde en Facebook e Instagram en ocho idiomas (inglés, alemán, italiano, francés, noruego, neerlandés, sueco y polaco) y gracias a la tecnología de segmentación que ofrecen las plataformas en internet, la acción va a impactar en aquellos turistas que están ahora mismo en Canarias, destaca la consejera. Estos turistas proceden de Reino Unido, Irlanda, Alemania, Austria, Suiza, Italia, Noruega, Suecia, Bélgica, Holanda, Francia y Polonia. Adicionalmente, se han elaborado carteles para instalar en todos los establecimientos turísticos alojativos avisando de su cierre inminente.

La orden del Ministerio de Sanidad especifica que a partir del jueves 26 de marzo todos los hoteles y alojamientos similares, campamentos, aparcamientos de caravanas y otros establecimientos similares ubicados en cualquier parte del territorio nacional, deberán suspender la apertura al público.

Tal y como recoge la orden publicada, la concentración de personas en alojamientos turísticos que deben compartir determinados espacios comunes implica un incremento del riesgo de contagio, por lo que resulta necesario suspender su actividad para garantizar la contención de la pandemia.