Las islas de Canarias menos pobladas, y peor comunicadas con el resto de España, están dando un ejemplo práctico estos días de que el aislamiento que se ha pedido a todos los ciudadanos del país para frenar la propagación del coronavirus funciona: entre las tres -todas ellas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife- solo suman ocho casos.

En El Hierro (10.896 habitantes) sigue sin detectarse un solo positivo, en La Gomera (21.794 vecinos) los pacientes curados (dos) superan a los enfermos (uno) y en La Palma (83.971 residentes) por ahora solo se han diagnosticado cinco casos de coronavirus.

Estas tres islas han advertido reiteradamente de su doble insularidad, por el que reclaman siempre un trato diferente: no solo islas con respecto a la España continental, son la periferia de un archipiélago, Canarias, al que la Unión Europea reconoce formalmente como territorio "ultraperiférico" a todos los efectos.

Pero en este caso, parece que esa condición les está ayudando. Lo ha resaltado el propio presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, este jueves, cuando el archipiélago acumula 220 casos desde que comenzó la pandemia, la mayoría en Tenerife (143) y Gran Canaria (55), islas ambas que rondan el millón de habitantes cada una.

Torres ha puesto este ejemplo "con todas las cautelas", porque no se sabe cuál va a ser la evolución de esta emergencia sanitaria en los próximos días, más allá de que "se espera un repunte".

Pero para el presidente canario, la situación en estos momentos de El Hierro, La Gomera y La Palma demuestra que "el aislamiento puede contener a este virus" y es lo mismo "que se nos está pidiendo a todos los ciudadanos, lo que hacemos todos: quedarnos en casa".