Dos semanas. Eso es lo que tardarán en vaciarse de turistas los hoteles y apartamentos de Canarias. Algo impensable hace apenas unos meses pero que el coronavirus ha conseguido hacer realidad. Sin clientes rusos e italianos, los primeros por la cancelación de los vuelos de Aeroflot y los segundos por la prohibición de entrada de aviones procedentes del país transalpino para evitar más casos de Covid-19, en el sector cruzaban los dedos para que la crisis sanitaria pasara antes de golpear de lleno a los mercados británico, alemán y nórdico. Un deseo con el que ayer acabó el anuncio del turoperador Jet2. La multinacional de origen inglés, cuya aerolínea homónima tiene su base principal en el aeropuerto de Leeds Bradford, ha suspendido todos los vuelos a España, incluidos, por tanto, los previstos al Archipiélago.

Tras la quiebra de Thomas Cook el pasado septiembre, el negocio mundial de la turoperación quedó en manos de los otros dos gigantes del sector: TUI y Jet2. En los planes de este último estaba traer a Canarias a unos dos millones de turistas británicos a lo largo de este año, un dato que ilustra hasta qué punto la cancelación de sus vuelos marca un punto de inflexión en la crisis que atraviesa el sector turístico. Máxime si se tiene en cuenta que también TUI está ya suspendiendo operaciones y todo parece que la paralización definitiva de su actividad es cuestión de días o incluso horas. "En menos de dos semanas estaremos vacíos", avanzó Tom Smulders, presidente de la Asociación de Empresarios de Alojamientos Turísticos (AEAT).

No en vano, Jet2.com (su nombre original) oferta casi 40.000 plazas semanales para volar al Archipiélago, según informó la Consejería de Turismo, Industria y Comercio, que dirige Yaiza Castilla. La reducción de la oferta es así extraordinaria, sobre todo porque los aviones del turoperador británico no vienen precisamente vacíos. Más bien al contrario. El Ejecutivo autonómico confirmó que, como era de esperar, la ocupación venía siendo "alta".

Desde Jet2 justifican la decisión de dejar de volar a España con las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez para contener el avance del coronavirus. No tiene sentido traer turistas a una región, argumentan, en la que prácticamente no hay actividades lúdicas, deportivas o de ocio. En definitiva, donde las vacaciones se limitan a las instalaciones del hotel o el apartamento. La pena, precisó Smulders, es que Canarias cuenta con grandes espacios al aire libre en los que los visitantes podrían disfrutar de su estancia sin mayores riesgos. No obstante, las restricciones de actividades y movimientos no tienen excepción alguna, de modo que los hoteleros, y el sector turístico en general, están resignados a ver cómo los establecimientos se vacían poco a poco a lo largo de las dos próximas semanas. Una imagen sin precedentes. "Histórica", aunque por lo negativo, apuntó el viceconsejero de Turismo del Gobierno de Canarias, Sergio Moreno.

200 vuelos semanales

Moreno explicó que los aviones de Jet.com y de sus firmas filiales acaparan hasta 200 vuelos semanales en los aeropuertos de la Comunidad Autónoma. Asimismo agregó que esas 40.000 plazas que el turoperador pone a la venta cada semana (1,92 millones al cabo del año) representan un 15% del total, lo que también da una idea del peso que la multinacional tiene en el sector turístico de la región. "La situación es extremadamente compleja y con mucha incertidumbre por no saber la duración y el alcance de este período transitorio", ahondó el viceconsejero. "Es un momento histórico, con un número muy limitado de turistas, pero estoy convencido de que pronto volveremos y estaremos con más fuerza que nunca liderando el resurgir de la industria turística en Europa", enfatizó.

En línea con lo anterior, el presidente de la AEAT hizo un llamamiento a la colaboración de todos, empresas y trabajadores, para que los turistas que permanecen en el Archipiélago, y que se irán marchando en los próximos días, se lleven a sus países la mejor imagen posible. Para que se conviertan así en "embajadores" de Canarias, subrayó Smulders. El representante de la patronal expuso que muchos de los extranjeros que siguen aquí son de edad avanzada y disciplinados, por lo que no habrá problemas durante su estancia en el cumplimiento de las restricciones.

Mientras, los expedientes de regulación temporal de empleo, los ERTE, se han acelerado en las últimas horas. El inevitable cierre de muchos establecimientos da lugar a que la totalidad de la plantilla de esos hoteles o apartamentos resulte afectada por los despidos temporales. Sindicalistas de Base adelantó ayer que en los casos de las cadenas H10 y Spring Hoteles las negociaciones entre empresa y representantes de los trabajadores están ya "muy avanzadas".

El Grupo Ving, la Vinggruppen noruega, también ha suspendido sus operaciones en los aeropuertos del Archipiélago (y del resto del país) y TUI ha comenzado a cancelar vuelos. En definitiva, ya no se trata de si son más o menos plazas aéreas las que se pierden, sino de que, sencillamente, a corto plazo no vendrán más turistas a las Islas. La cuestión, por tanto, ha dejado de ser si habrá o no cierres de hoteles, apartamentos y viviendas vacacionales. La cuestión ahora es cuánto tiempo estarán cerrados los muchos establecimientos que echarán el candado en los próximos días y semanas.

No obstante, los miles de turistas que aún permanecen en el Archipiélago obligan a muchos alojamientos a seguir dando servicio al menos durante un tiempo. Y este también es un problema, aunque pueda parecer paradójico. ¿Por qué? Porque cuando la ocupación del hotel cae por debajo de determinado porcentaje (un porcentaje que varía en función de la categoría del establecimiento), su explotación es deficitaria. Es decir, que la empresa gasta en prestar el servicio más de lo que ingresa por lo que pagan los huéspedes. Las grandes firmas hoteleras no sufrirán este problema, porque pueden concentrar a los turistas en uno o dos establecimientos y cerrar el resto, pero las cadenas con pocos hoteles no tienen ese margen de movimiento.

En línea con lo anterior, el consejo de administración de TUI estudiaba ayer junto con los hoteleros con que trabaja todas las opciones "para la gestión de la capacidad, a fin de mitigar el impacto tanto para TUI como para sus socios", adelantó Hosteltur.