Canarias no tiene un problema de despoblación como el que afecta a la llamada España vaciada. Pero no es menos cierto que hay municipios y localidades, fundamentalmente en zonas rurales o en lugares comprometidos desde un punto de vista geográfico (como, por ejemplo, las cumbres de las Islas), que poco a poco pierden también población. Un fenómeno silencioso porque el Archipiélago, en su conjunto, no dejó de ganar nuevos residentes ni siquiera en los peores años de la crisis económica. Para atajar este proceso de despoblación a cuentagotas, el futuro plan de vivienda incluirá una hoja de ruta específica para los municipios de menos de 20.000 habitantes. Una suerte de programa o estrategia contra la Canarias vaciada.

"Es la forma de definirlo", concedió ayer el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda del Gobierno regional, Sebastián Franquis. Antes de comenzar la reunión con los representantes de los grupos parlamentarios para avanzar en el Pacto por la Vivienda, Franquis explicó que efectivamente la mayor demanda de casas se concentra en los cuatro grandes municipios de Tenerife y Gran Canaria: Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria y Telde, pero puntualizó que el resto de localidades, y especialmente las más pequeñas, tiene necesidades concretas. "Tenemos un programa especial para los municipios de menos de 20.000 habitantes, para procurar que no se queden vacíos en el futuro porque no haya oferta de vivienda", ahondó el consejero.

Franquis expuso que hay ayuntamientos preocupados por el riesgo de que la falta de casas desemboque en el futuro en una pérdida de población considerable. "Por eso el plan es también una forma de cumplir objetivos de demanda en esos municipios; porque también en Canarias hay zonas que se están quedando vacías, y la vivienda es un elemento clave para mantener población", argumentó el representante del Ejecutivo autonómico.