Coalición Canaria afronta su 7º Congreso Nacional, que se celebrará en mayo, con el empinado objetivo de avanzar hacia la unidad del nacionalismo, truncado en 2005 con la escisión de una facción de CC y la creación de Nueva Canarias, asentada principalmente en Gran Canaria. Para ello, ha elaborado un documento de trabajo que esta sometiendo a la militancia y simpatizantes, donde cuestiona sobre la conveniencia de acciones y estrategias para la implantación territorial del partido con el fin de que siga siendo una opción nacionalista de gobierno real en las Islas, y sobre si debe abrir el debate de su posición ideológica o seguir apostando por ser una fuerza progresista, colocada en el centro que engloba a personas de centro izquierda y de centro derecha.

Según razona CC, Nueva Canarias optó por la izquierda pues muchos de sus dirigentes venían de ese compromiso ideológico y vieron en esa definición un claro exponente diferenciador frente a Coalición Canaria. De hecho, es un argumento utilizado para justificar la ruptura con CC, expone.

Esta organización considera que, en realidad, hay una amplia "base de coincidencia" en la defensa de los intereses de Canarias con NC cuando se juega en las Cortes Generales o en la Unión Europea, y muchas de "sus supuestas diferencias en la política local, insular o de acción del Gobierno de Canarias son forzadas en la búsqueda de esa diferencia frente a CC". Pero si se quisiera, como ocurrió en 1993 con el nacimiento de CC, existe base suficiente para buscar "puntos de encuentro" en un programa común en la defensa de Canarias, sentencia el informe para la cita congresual.

De hecho, recuerda que fueron capaces de la confluencia en las elecciones generales de 2011, concurriendo como coalición electoral CC-NC-PNC, y también en las del 10 de noviembre de 2019.

En concreto, el partido reflexiona que como nacionalistas canarios no pueden cesar en el empeño de intentar de forma "franca y leal" encontrar una línea de "diálogo permanente para hablar de acciones conjuntas entre CC y NC, "sin condiciones previas y sin tiempos cortoplacistas".

Ambas formaciones están manteniendo encuentros para la confluencia, pero el liderazgo de Román Rodríguez (NC) y el de Fernando Clavijo (CC) para la candidatura de 2023 se erige en un obstáculo que están intentando resolver otros dirigentes de los dos partidos, que ya hablan de buscar terceras vías para encabezar las próximas elecciones o bien repetir la fórmula de bicefalia al Gobierno canario, que encarnó el propio Rodríguez en 1999 cuando, con Adán Martín, concurrieron a la Presidencia por CC en cada isla y se formó un gobierno con dos cabezas visibles. Rodríguez se convirtió en presidente y Martín en vicepresidente y el compromiso en 2003 era cambiar el orden en los cargos, pero finalmente a Román Rodríguez le ofrecieron otras áreas de gobierno lo que terminó en la ruptura de CC y a la creación de NC en 2005.

Independencia

Entre quienes apuestan claramente por la unidad se encuentra Mario Cabrera, líder de CC en Fuerteventura, que defiende además que su formación (Asamblea Majorera) quiere mayor independencia -al estilo de los herreños (AHI)- para poder negociar confluencias con otros partidos nacionalistas como NC.

Según expone CC, ningún proyecto nacionalista anterior o posterior al nacimiento de esta formación, gestado por una amalgama de partidos insularistas, que provenían de UCD, y de izquierda como AM o ICAN, ha logrado ni aproximarse a las cotas de apoyo popular o de gobierno real en las instituciones canarias. Los intentos de NC desde 2005 por suplir a CC han sido en vano, observa el documento de trabajo abierto a las bases, pues los esfuerzos por mejorar su representación fuera de Gran Canaria han sido "testimoniales o muy débiles". No obstante, en sentido contrario, la crisis de CC que dio lugar al nacimiento de NC también pasó factura al partido en Gran Canaria perdiendo un apoyo popular importante en beneficio de NC que no ha conseguido recuperar, aunque doblaron votos en las elecciones de 2019 en la Isla.

CC reconoce que una de las dificultades principales es la tendencia a la división del nacionalismo y el saber adaptar su discurso y dar respuesta a las demandas reales de la población que vive en las islas. Por ello, reconoce que ha habido sombras en los procesos electorales. De hecho han perdido todas las instituciones de relevancia debido a pactos en los que está NC, aunque es una situación que se puede reconducir porque ambas formaciones admiten que juntos tienen más posibilidades que separados.

Otra de las debilidades en este tiempo ha sido el restar esfuerzos a la gestión diaria del partido relativos a una mayor interacción con la militancia y los simpatizantes por haber estado centrados en gestionar los gobiernos locales, insulares y autonómico, durante 25 años.