La ralentización de la actividad económica experimentada en 2019 junto a la bajada de tipos impositivos acordada el año pasado ha provocado la primera caída de la recaudación en ocho años. El impacto en el descenso de turistas y, por lo tanto, del gasto incide directamente en los impuestos indirectos, especialmente en el IGIC, junto a la debilidad del consumo interno y la incertidumbre de las empresas por la situación política y económica generada en España y en la UE por cuestiones como el El impacto en el descenso de turistas y, por lo tanto, del gasto incide directamente en los impuestos indirectos, especialmente en el IGIC,brexit

El secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García, cree que el descenso de los ingresos públicos se debe, por un lado, a la rebaja fiscal y, por otro, a la desaceleración económica que ha sido mayor de lo esperado porque el hecho de que no hayan llegado más de 600.000 turistas extranjeros con respecto a 2018 supone menos ingresos de IGIC. "No todo es achacable a la reducción de tipos ni al enfriamiento de la actividad económica, son varios factores a los que también hay que unir que el empleo tampoco se ha portado de forma óptima y eso ha repercutido en el consumo", añade García, que no se muestra alarmado porque el Gobierno haya ingresado 177 millones de euros menos "ya que es dinero que se ha quedado en el bolsillo de los canarios".

El dirigente empresarial no cree que la subida fiscal de este año repercuta en la recaudación porque las perspectivas económicas de debilidad en el crecimiento se mantienen, ya que sin confianza y sin empleo el consumo es menor.

Por su parte, el secretario general de la CEOE-Tenerife, Eduardo Bezares, recuerda que la rebaja de impuestos de 2019 fue por motivos políticos y que no está de acuerdo con el incremento de la fiscalidad de este año. A falta de analizar en profundidad las causas de la caída de la recaudación, Bezares advierte que la incertidumbre juega en contra de la actividad económica, por lo que la "prudencia" debe regir las decisiones de la Administración a la hora de incrementar la presión fiscal.

El economista José Miguel González, consultor de Corporación 5, cree que hay que analizar mejor cual ha sido el impacto mayor en la recaudación, es decir, si la bajada de los tipos o el ciclo de desaceleración económica en el que se encuentra Canarias. "Cualquier modificación de tipos impositivos en un contexto de caída del crecimiento económico genera una disminución de los ingresos", señala González, que pone el ejemplo del IVA a nivel nacional cuya recaudación también ha descendido a pesar de no haberse tocado los tipos.

Si los impuestos directos están relacionados con la renta, los indirectos lo están con el consumo y cualquier caída de la actividad económica incide en la recaudación, señala el economista tinerfeño. En el informe de coyuntura del último trimestre de 2019 de la patronal tinerfeña se califica el ejercicio pasado como de "incertidumbre" y el actual como de "transición" en un contexto de crecimiento anual medio del 1,5% en Canarias frente al 2% en España, un dato destacado porque en los últimos años la economía de las Islas estaba creciendo anualmente por encima de la media estatal.

González, como otros economistas, considera necesaria una reforma fiscal en profundidad tanto a nivel nacional como en las Islas para mejorar la redistribución de los recursos. "Se puede tener capacidad tributaria para recaudar pero después el propio sistema tiene que dar la posibilidad de redistribuir más correctamente porque el Gobierno puede decir ahora que los ingresos bajan por la bajada de medio punto del IGIC, pero cuando se sepan los datos de 2020 tampoco va a aumentar la recaudación de forma significativa", añade.

El economista y asesor fiscal Aníbal Santana es claro y le da más importancia en la caída de los ingresos a la ralentización de la economía que a la bajada impositiva. Santana insiste en que mientras la economía canaria continúe en manos de monocultivos, en este caso el turismo, seguirá dependiendo de las fluctuaciones del sector dominante. En su opinión la bajada del gasto turístico es decisiva para que el principal tributo que se nutre del consumo, el IGIC, se vea afectado directamente.

En el lado contrario se sitúa el asesor fiscal Orlando Luján, para el cual la reducción impositiva es un factor decisivo en el descenso de los ingresos experimentado en 2019. Luján afirma que bajar o subir medio punto en el IGIC no tiene un impacto tan directo en el consumo porque la población no va a dejar de consumir por eso, sí reconoce el "enfriamiento" de la actividad que supuso la quiebra de Thomas Cook pero también ve una relación directa entre los ingresos y la rebaja fiscal.