Acude a los mercados financieros a sufragar una parte de sus vencimientos de deuda para este año Canarias. Es la primera vez en ocho años que la Comunidad Autónoma puede negociar directamente con los bancos y emitir bonos aptos para la Reserva para Inversiones (RIC), ya que desde que se aprobó la ley de estabilidad presupuestaria en 2012 las comunidades autónomas han refinanciado su endeudamiento con los mecanismos puestos a disposición del Estado para dotar de liquidez a las arcas autonómicas, es decir, el fondo de liquidez autonómica y el fondo de facilidad financiera.

El total de vencimientos que tiene que costear la Comunidad Autónoma este año se eleva a 1.468 millones de euros, de ellos 620 millones a principios de marzo. Por ello la Consejería de Hacienda ha puesto en marcha las medidas para ir solventando estos vencimientos con un plan de endeudamiento 2020-2022 que ya ha sido aprobado por el Ministerio de Hacienda y negociado por el viceconsejero del área, Fermín Delgado, con el departamento que encabeza María Jesús Montero. A los 1.468 millones de este año hay que añadir los vencimientos de 2021, que se elevan a 828 millones de euros, y 2022, que alcanzan los 925 millones.

Los vencimientos de este año se refinanciarán por cuatro vías. Las principales novedades en este ejercicio es que 303 millones de euros se negociarán a través de préstamos con los bancos a 15 años, mientras que otros 40 millones serán bonos aptos para materializar la RIC a cinco años. El resto de los vencimientos se pagarán a través del fondo de facilidad financiera con 905 millones y el superávit de 2019, que sufragará otros 232 millones.

Deuda viva

Este recurso a los mercados para refinanciar parte de los vencimientos de deuda es posible por la situación de las arcas autonómicas, al cumplir con las normas de la estabilidad presupuestaria y situarse el nivel de endeudamiento en unos parámetros asequibles y atractivos para las entidades financieras y las empresas que quieran adquirir bonos aptos para la RIC. De hecho, la Comunidad Autónoma podrá cerrar el ejercicio 2020 con una deuda viva del 13,23% en relación al Producto Interior Bruto (PIB) nominal, por lo que se garantiza el cumplimiento del objetivo de deuda pública previsto en la legislación, situado en el 15,3% para este año.

Según la ley de presupuestos autonómicos de 2020 la deuda viva prevista al 31 de diciembre de 2020 es de 6.571 millones con las operaciones de endeudamiento previstas y las amortizaciones de refinanciación para pagar los vencimientos de deuda. Desde la entrada en vigor de la ley de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera no se financian inversiones como antes debido a la regla de gasto, que impide a las comunidades autónomas gastar todo lo que ingresan, lo que está generando un superávit destinado precisamente a pagar deuda y a inversiones financieramente sostenibles, un mecanismo restrictivo que autonomías como Canarias exige cambiar para destinar los cuantiosos fondos que se acumulan en los bancos a gasto social e inversiones productivas.

El viceconsejero de Hacienda, Fermín Delgado, considera que con la refinanciación en los mercados se pretende sacar "rendimientos más baratos" a las arcas autonómicas ya que las agencias de calificación sitúan la deuda de Canarias como "excelente" y casi al mismo nivel que la del Estado. Asimismo, con los 40 millones en bonos para la RIC se pretende movilizar recursos de este incentivo fiscal, aunque sin perder de vista el principal objetivo del mismo y que no es otro que recapitalizar las empresas.

Según Delgado, con el plan puesto en marcha el endeudamiento de la Comunidad Autónoma se reducirá en 234 millones de euros a final de año.

Una de las cuestiones que también se han tratado con el Ministerio de Hacienda es la de ir reduciendo de forma paulatina la participación de Canarias en el fondo de facilidad financiera, siendo este año el primero en el que ya no se acude a este instrumento para refinanciar el 100% de la deuda, algo que solo pueden hacer las comunidades cumplidoras.