Alrededor de medio millar de pescadores que trabajan en los barcos artesanales de pesca en la costa atlántica de la región de Dajla (Río de Oro), en el extremo sur del Sahara Occidental, emigraron en los últimos ocho meses en pateras hacia las costas de las Islas Canarias, informó ayer a Efe una fuente sindical.

El vicepresidente de la Confederación Nacional de la Pesca Artesanal, Husein Muntasir, explicó a la agencia de noticias que esos profesionales se vieron obligados a abandonar las cuatro "aldeas de pescadores" de la región debido a la caída en los últimos meses de los ingresos del sector, eje principal de la economía local.

Ello, precisó, se debe a razones medioambientales y meteorológicas que han mermado los bancos de pesca, lo que afecta directamente a las condiciones de los pescadores.

"Se juntan seis o siete pescadores, pagan 5.000 dirhams (unos 500 euros) cada uno. Unas veces emigran en su propia barca, generalmente no matriculada, y otras compran un barco artesanal de un taller también irregular. La última patera salió ayer", martes, detalló.

La región incluye una larga franja costera de 667 kilómetros cuadrados y contribuyó con el 43 % del volumen y un 33 % del valor (210 millones de euros) de la producción marroquí de riqueza pesquera durante 2018.

La flota pesquera artesanal consta de 3.255 embarcaciones, según estadísticas de 2018, y proporciona empleos directos a 11.000 trabajadores, que son precisamente los que han protagonizado esta inédita oleada de salidas en patera.

Solo en enero de 2020, llegaron a Canarias 708 inmigrantes irregulares a bordo de 23 embarcaciones, procedentes de Marruecos, el Sahara y Mauritania, entre otros países de África Occidental, una cifra que multiplica por 17,7 la de enero de 2019.

Dajla es una ciudad del Sahara Occidental. Como la mayor parte del territorio, está controlada por Marruecos.