Los expertos coinciden en que las leyes aprobadas por el Parlamento marroquí no tienen efectos jurídicos y que la decisión de Rabat tiene como telón de fondo fortalecer su posición en las aguas del Sáhara Occidental. Asimismo, el "arreglo" al que llegaron España y el país magrebí en 2003 para delimitar una mediana que diera seguridad jurídica a las empresas y operadores queda ahora en entredicho con unas leyes que, sin embargo, son papel mojado para el derecho internacional. El profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales Rafael García, de la Universidad de Santiago de Compostela, advierte que "en las fronteras marítimas el único mecanismo que contempla el derecho internacional es el acuerdo mutuo entre los Estados afectados". Sin embargo, García considera que el unilateralismo es la forma de proceder habitual de Marruecos frente a España, cuya política exterior muestra evidencias de "debilidad" cuando se trata de cuestiones de Estado.

Rafael García añade que el acuerdo sobre la mediana, aunque no estaba firmado, tácitamente ha sido respetado por las dos partes en estos años y así lo demuestran las diferentes concesiones que se han aprobado por los dos países a empresas para realizar prospecciones de petróleo y gas, tanto en aguas españolas como marroquíes, sin que se abriera ningún contencioso. Ahora los dos Estados tendrán que volver a redefinir los límites de las aguas ante la decisión unilateral del Parlamento alauí. Por su parte, Nicolás Navarro, profesor de Derecho Internacional Público de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, cree que esta iniciativa de Rabat tiene cierta "relevancia" y es España la que tiene que dar una respuesta firme sobre su sobernía marítima aunque, evidentemente, todo pasa por un acuerdo obligado por el derecho internacional.

Navarro coincide con García en que el acuerdo de la mediana de 2003 ha funcionado bien pero ahora habrá que analizar en la práctica en que queda, una vez que se han aprobado estas leyes que modifican el statu quo en la frontera marítima entre las aguas canarias y las marroquíes. Navarro advierte que poner en cuestión la mediana vuelve a dar "inseguridad jurídica" a los operadores e inversores. Los dos profesores sí son contundentes contra la pretensión de Marruecos de imponer por la vía de los hechos su soberanía sobre las aguas del Sáhara Occidental. Rafael García asegura que la soberanía de estas aguas es de los saharauis y la ONU es la que mantiene la tutela de este territorio hasta que no se resuelva el contencioso creado por España hace casi 45 años. Por su parte, Nicolás Navarro acusa a Rabat de "violar el derecho internacional" y de tratar de fortalecer su posición de ocupante: "se repite la historia porque ya España fue la potencia ocupante anteriormente y también ejerció una soberanía no reconocida", añade el profesor de la ULPGC.