"No queremos darnos un tiro en el pie pero la indisciplina de Oramas fue grave y al menos era necesario un expediente aunque finalizara con una multa, nadie pedía ni la expulsión ni la suspensión". Así se expresa un dirigente de CC tras lo ocurrido en el debate de investidura en el Congreso y el debate generado en la formación nacionalista en las últimas semanas. Por el camino han habido asambleas locales y ejecutivas insulares en las que el debate entre los militantes y dirigentes orgánicos ha sido intenso y, a veces, encendido con posturas a favor y en contra de abrirle un expediente a la diputada tinerfeña. En islas como Gran Canaria y Lanzarote no ha habido unanimidad ya que en la primera algunas asambleas locales, entre ellas la de Arucas, se inclinaron por el expediente pero la dirección insular prefirió no hacer sangre y esperar al debate en los órganos del partido. En Lanzarote la dirección insular, encabezada por Migdalia Machín, terminó por alinearse con la dirección del partido y optar por la multa propuesta por el comité permanente, pero aquí el diputado y vicesecretario insular, David de la Hoz, mantuvo su posición del expediente en sintonía con los dirigentes de Fuerteventura. De la isla majorera es Barragán, que propuso como secretario general una sanción de 1.000 euros tal y como contempla el reglamento del grupo parlamentario en la Cámara canaria. Aunque Mario Cabrera domina AM tampoco ha tenido un cierre de filas absoluto en este asunto. Una vez más, prietas las filas, las organizaciones de Tenerife y La Palma han caminado al unísono y han respaldado a Ana Oramas antes, durante y después de lo sucedido en la investidura de Sánchez. Quizá es una pista de lo que sucederá en el congreso de CC.