El campo de maniobras de La Isleta acogió ayer diversas aciones de entrenamiento. El primer escenario estuvo en los alrededores de la antigua prisión militar. Soldados que patrullan por una pista cercana son atacados con disparos desde un poblado, por lo que deben repeler el ataque y entrar en las edificaciones para acabar con el enemigo. En su despliegue táctico contaron con la ayuda de varios vehículos blindados, como un RG-31. En otro espacio dos binomios de tiradores de precisión, junto a varios aspirantes a serlo, realizan disparos a 300 metros de distancia. El teniente coronel García del Castillo explicó las exigentes pruebas que deben superar a nivel técnico o médico para llegar a estar en el máximo nivel. Aclaró que "son hombres duros", capaces de resistir al hambre, la sed o la enfermedad durante varios días a la espera de un objetivo. Tras el combate, llega la inteligencia que aportan los aviones no tripulados, que sirven para saber qué hay tras una montaña o en los siguientes 10 kilómetros de una ruta, algo que antes era impensable sin una patrulla de reconocimiento. Otro equipo utiliza perros para detectar drogas o un explosivo en una pista. Soldados y mandos de la Brican XVI forman parte de la élite del pentatlón militar a nivel nacional y no paran de prepararse en la pista de obstáculos.El campo de maniobras de La Isleta acogió ayer diversas aciones de entrenamiento. El primer escenario estuvo en los alrededores de la antigua prisión militar. Soldados que patrullan por una pista cercana son atacados con disparos desde un poblado, por lo que deben repeler el ataque y entrar en las edificaciones para acabar con el enemigo. En su despliegue táctico contaron con la ayuda de varios vehículos blindados, como un RG-31. En otro espacio dos binomios de tiradores de precisión, junto a varios aspirantes a serlo, realizan disparos a 300 metros de distancia. El teniente coronel García del Castillo explicó las exigentes pruebas que deben superar a nivel técnico o médico para llegar a estar en el máximo nivel. Aclaró que "son hombres duros", capaces de resistir al hambre, la sed o la enfermedad durante varios días a la espera de un objetivo. Tras el combate, llega la inteligencia que aportan los aviones no tripulados, que sirven para saber qué hay tras una montaña o en los siguientes 10 kilómetros de una ruta, algo que antes era impensable sin una patrulla de reconocimiento. Otro equipo utiliza perros para detectar drogas o un explosivo en una pista. Soldados y mandos de la Brican XVI forman parte de la élite del pentatlón militar a nivel nacional y no paran de prepararse en la pista de obstáculos.