La constitución de un nuevo Gobierno central plenamente operativo y el traspaso a Canarias de los recursos comprometidos para el desarrollo de la agenda isleña no va a ser tan automático como suponía el Ejecutivo regional. Las dificultades técnicas y políticas para poner en marcha los primeros Presupuestos Generales del Estado del Gobierno de Pedro Sánchez van a retrasar el calendario inicialmente previsto y no habrá por tanto una inminente elaboración de las nuevas cuentas públicas. Sánchez anunció el pasado lunes que quiere tenerlas aprobadas de forma definitiva "antes del final del verano" y con ello dificulta la "llegada de cientos de millones" a Canarias que pronosticó el presidente regional, Ángel Víctor Torres. No obstante, los perjuicios de este retraso se vieron ayer compensados, al menos en parte, por el anuncio de la inminente transferencia de los fondos correspondientes al sistema de financiación autonómica. No en vano, Canarias es la cuarta región en que más se incrementarán estos fondos en 2020, en concreto un 4,91% y solo por detrás de Baleares, la Comunidad Valenciana y Cataluña. Serán en total 267 millones de euros más, aunque la cifra está condicionada por la exigencia de rigor presupuestario y la mayor parte no podrá emplearse libremente.

El jarro de agua fría que arrojó Sánchez sobre las expectativas canarias lo suavizó en primer lugar la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, al anunciar que pese a la ralentización del calendario, se daban órdenes a todos los ministerios para que vayan estableciendo sus prioridades y que empiecen ya a preparar los números. Y, paralelamente, acordando en el Consejo de Ministros el desbloqueo de las entregas a cuenta del sistema de financiación de las comunidades autónomas que en total suman 103.000 millones, además de hacer la liquidación por este concepto de los fondos del 2019, con una aumento de 10.985 millones respecto de lo entregado previamente. La ministra destacó que el Gobierno ha elegido la fórmula "más ventajosa" para las administraciones territoriales, y resaltó el "esfuerzo jurídico" para actualizar las entregas a cuenta, que se empezarán a pagar "a lo largo de esta semana".

Del pastel de los 103.000 millones, al Archipiélago le corresponden, exactamente, 4.583 millones de euros, un 0,97% más que el año anterior. Y a esta cantidad se suman otros 908,9 millones de la liquidación de las entregas a cuenta del ejercicio de 2018.

Hay que recordar que la liquidación de cada ejercicio se lleva a cabo dos años después (la de 2016 en 2018, la de 2017 en 2019, la de 2018 este año y así sucesivamente) y básicamente consiste en cuadrar cuentas para asegurar que cada autonomía recibe lo que en verdad le corresponde. Así pues, las Islas debían ingresar un montante global de 5.492 millones, pero como hay que restarles 56,59 millones de anticipos, finalmente ingresarán 5.436 millones. En definitiva, 267 millones más que el año pasado, un pellizco considerable que, sin embargo, no da para tanto. ¿Por qué? Por la regla de gasto.

"Cientos de millones"

De ese dinero, la mayor parte, hasta prácticamente 223 millones de euros, no pueden usarse libremente, ya que están sometidos a la regla de gasto y, por tanto, no pueden destinarse para cualquier cosa. Es más, solo pueden emplearse para fines que no generen gasto estructural a la Comunidad, esto es, gasto que pueda dar lugar a compromisos de pago más allá del ejercicio en cuestión, como, por ejemplo, la construcción de una carretera. "Esta situación es una muestra más de la necesidad de modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para flexibilizar la regla de gasto y evitar un castigo a las comunidades autónomas cumplidoras de las normas fiscales, como Canarias", se quejó el consejero de Hacienda regional, Román Rodríguez. Técnicamente, esos 223 millones son superávit (la región tiene más ingresos que gastos), y el superávit solo puede gastarse en saldar deuda bancaria o en gasto no estructural, las también llamadas inversiones financieramente sostenibles.

El Gobierno de Canarias, y en especial su presidente, habían puesto mucho énfasis antes de la investidura de Sánchez en la importancia para la Islas de la conformación cuanto antes de un nuevo Ejecutivo en Madrid para poder tener unos Presupuestos estatales de manera inmediata que incluyeran ya los compromisos de Sánchez en materia de inversión y de ejecución de convenios con el Archipiélago, tanto los apalabrados entre el jefe del Ejecutivo regional con el propio Sánchez y con los distintos ministerios, como los previstos de forma genérica en los acuerdos entre el PSOE y NC para el apoyo de la formación nacionalista a la investidura del líder socialista.

Sánchez trasladó a Torres que presentaría los nuevos Presupuestos de forma inmediata, y que en ellos asumiría el pleno desarrollo de la agenda canaria con la traslación de los previsiones contempladas en las reformas del REF y del Estatuto de Canarias a las nuevas cuentas. El ahora ya jefe del Ejecutivo central se comprometió también a reformar la ley de estabilidad presupuestaria para permitir que ayuntamientos y comunidad autónoma puedan utilizar el superávit.

El presidente de Canarias, además, enfatizó en distintas ocasiones que con el nuevo Gobierno se garantizaba la llegada de "cientos de millones" a Canarias y en concreto los 500 del nuevo convenio de carreteras de obra no ejecutada y sobre el que ambos Ejecutivos han cerrado un acuerdo para que empiecen a transferirse a partir del 2020 con los nuevos Presupuestos estatales. El retraso del calendario deja en el aire la ejecución inmediata de ese acuerdo y abre dudas sobre el efecto que puede tener la aprobación de las nuevas cuentas con el año muy avanzado.

Las razones del retraso de la presentación del proyecto de ley de Presupuestos son tanto técnicas como políticas. El Gobierno tiene que ajustar primero con Bruselas el marco presupuestario y el horizonte fiscal, y luego aprobar en las Cortes el techo de gasto, para el que necesita previamente un proceso de negociación con los socios parlamentarios. A partir de ahí tiene que garantizarse el apoyo a las nuevas cuentas con la dificultad que entraña la necesidad de contar con el apoyo de Esquerra Repúblicana de Catalunya.