CC trata de pasar página a toda velocidad de la crisis interna provocada por la indisciplina de su diputada nacional, Ana Oramas, al votar 'no' a la investidura de Pedro Sánchez en lugar de abstenerse, como acordó por unanimidad el Consejo Político Nacional de la formación. Los nacionalistas canarios creen que este episodio está zanjado tras la imposición de una multa de 1.000 euros a la diputada tinerfeña, y que no tendrá consecuencias importantes en el proceso de renovación interna que tratan de emprender en el congreso ordinario previsto para el próximo mes de mayo.

Esta es al menos la impresión que se tiene en el sector hegemónico en CC y más cercano a Oramas, el de las direcciones insulares de Tenerife y La Palma, y cuyo máximo portavoz y aspirante al futuro liderazgo de la organización, Fernando Clavijo, aseguró ayer que la división interna sobre cómo resolver la insubordinación de la diputada, y el proceso congresual que se avecina "no tienen nada que ver". Según él, la cuestión se ha zanjado con una decisión de la dirección del partido que pone fin al debate interno a este respecto y que ahora toca "empezar a hablar de la nueva etapa" que debe afrontar CC para "seguir transformándonos", sin que este proceso se vea afectado por el mencionado episodio, y sin riesgo que las distintas posiciones sobre él afecten a la cohesión interna.

"Cumplo y acato"

Clavijo eludió pronunciarse de forma directa sobre la sanción a Oramas y dijo que "yo los acuerdos de mi partido no los valoro, los cumplo y los acato", pero apeló a hecho de que los 1.000 euros de multa impuesta a la diputada "es la sanción más alta por una indisciplina de voto en los últimos años". Mencionó el caso de los 15 diputados del PSOE (siete de ellos catalanes y dos independientes) que fueron sancionados únicamente con 600 euros de multa por desmarcarse de la abstención del resto de su grupo en la última investidura de Mariano Rajoy (PP) como presidente del Gobierno y votar en contra, y destacó el hecho de que una de esas personas, Meritxell Batet, es ahora presidenta del Congreso. "Nosotros no nos metemos en las indisciplinas de otros grupo políticos, y el secretario general y la dirección de CC han zanjado este asunto aplicando un reglamento disciplinario análogo, que es el del grupo en el Parlamento de Canarias", explicó el ex presidente de Canarias y ahora senador autonómico por su formación. "Este asunto ha sido calificado como muy grave y ha sido cerrado por los órganos del partido", insistió Clavijo.

La asamblea de CC en Arucas, con todo, rompe esa unidad de acuerdo. En una reunión el martes decidió por unanimidad exigir que sea el consejo político nacional, máximo órgano de CC entre congresos, el que debata en su reunión del día 25 la posible apertura de un expediente. En ningún caso están de acuerdo los aruquenses, entre los que había veteranos como Froilán Rodríguez, con que la desobediencia de Oramas quede solo en un multa.

Clavijo sostiene, con todo, que ahora toca mirar al futuro. Reconoce que la intención de CC era "haber empezado antes a hablar del congreso y de la nueva etapa", pero las elecciones generales y las negociaciones para la formación de Gobierno en Madrid "lo han retrasado todo". "Ahora comenzará un debate para hablar de cómo afrontar la nueva etapa y de cómo seguir transformándonos para representar a una sociedad mucho más amplia y ampliar nuestra base social y electoral", subrayó. Clavijo no quiso explicar su aspiración a la secretaría general del partido y se mantuvo en un prudente "ahora mismo soy un afiliado de base que estará donde los compañeros quieran que esté".