Ana Oramas tiene todos los boletos para librarse de la expulsión, si bien Coalición Canaria debate el grado de sanción que pondrá a la diputada nacional por su desobediencia en la investidura de Pedro Sánchez el pasado martes. La veterana portavoz nacionalista en el Congreso incumplió el mandato del Consejo Político Nacional de CC, y en vez de abstenerse votó no a la investidura del presidente socialista, escudándose en que su conciencia le impedía quebrantar la palabra dada a su electorado durante la campaña: que no apoyaría a un gobierno en el que estuviera Podemos ni Vox.

El Comité Permanente de Coalición Canaria, celebrado ayer, optó por posponer hasta el próximo lunes la decisión de cómo va ser el proceso para sancionar a Oramas, ante la falta "muy grave" cometida por su indisciplina en la investidura. En la reunión, que duró más de tres horas, el secretario general de CC, José Miguel Barragán, presentó un informe preliminar para determinar si se le abre o no expediente.

Tras un acalorado debate, en el que hubo duras críticas sobre la actitud insumisa de la diputada tinerfeña, el sentir mayoritario concluyó que sería un suicidio para la formación expulsar a la diputada, que, además, ha pedido perdón al partido. Asimismo, Ana Oramas ha sido arropada por los máximos dirigentes de su Isla, Tenerife, así como por representantes de otras islas que valoran el peso que la diputada tiene en el Congreso, tras doce años representando a CC en la Cámara baja, así como su tirón electoral. Pero coinciden en que debe haber alguna sanción.

El máximo dirigente de CC en Tenerife, Francisco Linares, señaló que el lunes se volverá a encontrar, de forma "oficial", el Comité Permanente en la sede de Santa Cruz de Tenerife y afirmó que la cita de ayer fue más bien preparatoria y para hacer un repaso general de la situación.

Los miembros de este órgano de dirección decidieron que hasta entonces es preferible mantener el silencio para evitar una imagen de fractura ante la opinión pública. Pese a ello, trascendió que se produjeron posturas críticas pidiendo que la diputada nacional reciba una sanción contundente por su falta "muy grave", entre ellas la del dirigente de CC en Fuerteventura, Mario Cabrera, el de Lanzarote, David de la Hoz, y el grancanario Isaac Godoy.

Previo al encuentro, el expresidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, uno de los pesos pesados tinerfeños que se han mostrado contrarios a la expulsión de la diputada Ana Oramas por desobedecer al partido, defendió ayer una "sanción equilibrada" para la diputada.

Alonso puso como ejemplo que los diputados del PSOE que desobedecieron a su partido en la investidura de Mariano Rajoy en 2016 fueron sancionados con 600 euros de multa y sugirió que esa podría ser una fórmula en este caso.

"Por ahí puede ir el tono" de la multa, apuntó, si bien consideró que en el hipotético caso de que Ana Oramas fuera expulsada de Coalición Canaria, obviamente debería renunciar a su escaño en el Congreso.

A su juicio, una sanción equilibrada será suficiente para salvaguardar la autoridad del partido, y quiso dejar claro que la expulsión no es el sentimiento de la militancia de Tenerife y de otras islas. Ana Oramas es un activo muy importante en Coalición Canaria, añadió, por lo que "no debe enmendarse un error con otro error" en referencia a la posibilidad de una expulsión.

Para este dirigente y sus compañeros de Tenerife, este caso no es un motivo de crisis en Coalición Canaria, donde prevalece un sentimiento "muy potente de unidad", y aunque con transparencia, defendió que el debate sea interno.