Fuentes de la Delegación del Gobierno explican que hay varias corporaciones municipales canarias que estarían dispuestas a aportar recintos para que los migrantes puedan residir de manera adecuada, pero no pueden, por la sencilla razón de que carecen de tales dependencias. Por ahora, uno de los pocos centros que cumple la misión de acoger a personas que no pueden ser repatriadas a sus países de origen es el que Cruz Roja Española posee en el núcleo de La Montañeta, en las medianías altas de Garachico. A finales de octubre, medio centenar de subsaharianos entraron en este recurso que era utilizado de forma habitual por la ong para encuentros formativos y distintos eventos. Hace más de once años dichas dependencias fueron usadas para alojar a menores de edad llegados en cayucos. En otros casos, estas personas no han tenido tanta suerte. El pasado mes se supo que varios migrantes debían pernoctar en un espacio del parque cultural Viera y Clavijo, en Santa Cruz de Tenerife, por falta de plazas de alojamiento. Y semanas antes se divulgó que un grupo de migrantes fue localizado en el Parque Santa Catalina, en Las Palmas de Gran Canaria, ya que carecían de un lugar adecuado para dormir o alimentarse.