A. R. P.

santa cruz de tenerife

Coalición Canaria ha decidido responder con sosiego y unidad a la indisciplina de Ana Oramas. El partido calma las aguas que decidió revolver la diputada con el fin de tomar una decisión meditada que evite al máximo el posible daño que esta rebeldía podría causar a la formación. El comunicado oficial de CC-PNC, tras la reunión urgente de su Comité Permanente Nacional celebrada ayer, resulta un ejercicio de contención, con una conclusión final cargada de templanza y acordada de manera unánime. El silencio prudente mantenido por los cargos públicos y orgánicos contribuye a este cierre de filas destinado a proteger a la formación de una nueva crisis.

De manera oficial, Coalición se limita a definir sin fisuras la actuación de su diputada como "muy grave", sin adelantar qué medidas se tomarán en el caso de que Oramas no recule y acate la disciplina del partido pasando del 'no' a la abstención, tal y como le han solicitado que haga hoy en la votación definitiva. Una opción que ella descartó en el atril del Congreso una y otra vez en sus dos intervenciones del sábado, con una vehemencia que deja escaso margen a un posible cambio de posición. En ningún momento la diputada ejerció entonces como lo que es, la portavoz de un partido en el Congreso de los Diputados, pues jamás explicó los motivos por los que CC-PNC había optado por la abstención. Muy al contrario, la nacionalista se enrocó en la negativa a una investidura del socialista Pedro Sánchez para formar gobierno con Unidas Podemos.

Ante el revuelo causado por el giro sorpresivo de Oramas, con las redes sociales incendiadas y cientos de políticos, analistas y periodistas opinando sobre la diputada, Coalición Canaria deja claro que esta crisis es interna y que, por lo tanto, se resolverá de puertas para adentro. "CC-PNC no se va a dejar influir por injerencias interesadas. Nuestra formación política decidirá, a través de sus órganos, los pasos a dar y comunicará los mismos cuándo y cómo proceda y no permitirá que sean otros agentes los que marquen el sentido de las acciones que deben avanzarse o cómo y cuándo debe actuar como organización".

Un trabajado frente común

Coalición, que todavía sufre la pérdida de poder en las instituciones canarias tras el 26M, quiere ganar tiempo para evitar una nueva crisis de la que se beneficiaría especialmente Nueva Canarias. Por ello, CC-PNC pretende transmitir la idea de que este problema nace y muere en el partido y que se solucionará según sus normas y sus estatutos. Una formación que, según defiende, cuenta con una larga historia y "con la fuerza y las herramientas para afrontar esta situación desde la unidad de acción", insisten. Porque los nacionalistas tienen claro que la única explicación se la deben a los militantes y las personas que confiaron en este proyecto político y a las que informarán con total transparencia cuando haya finalizado el proceso de análisis interno, tal y como recogen en el comunicado.

La mesura que emplea Coalición ante el conflicto desatado por Oramas resulta comprensible si se tiene en cuenta que dentro de ella existen organizaciones insulares que defienden distintas posturas. La negativa de la diputada al gobierno de PSOE y Unidas Podemos ya había sido defendida anteriormente por el partido en Tenerife. El expresidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el exalcalde de Santa Cruz, José Miguel Bermúdez, expresaron públicamente en noviembre su rechazo a refrendar un Ejecutivo del que formara parte el partido de Pablo Iglesias, una postura que la dirección tinerfeña ratificaría también. Es decir, que mantenían la línea roja a Podemos que Coalición había levantado tras los últimos comicios con el fin de no prolongar la inestabilidad política y siempre que la agenda canaria se cumpliera.

Medidas contra Oramas

Sin embargo, Tenerife cedió en el Comité Político Nacional el viernes y se decantó por la abstención como la mejor opción, al igual que lo hicieron también las islas orientales, que se decantaban en principio por apoyar la investidura de Sánchez, tal y como defienden el secretario general del partido en Lanzarote, David de la Hoz, o el de Fuerteventura, Mario Cabrera. Son también estas dos últimas organizaciones las que ahora se muestran partidarias de actuar con dureza contra Ana Oramas. Así lo defiende el veterano miembro de Asamblea Majorera, Marcial Morales, que califica la actitud de la diputada como una "rotunda falta de respeto a los compañeros y compañeras que tomaron una decisión", a la que el expresidente del Cabildo de Fuerteventura no pertenece.

Morales espera que si finalmente no "impera la cordura" y Ana Oramas no rectifica, "se le aplique con toda la contundencia el régimen disciplinario, sin ningún paliativo, porque por el cargo que ostenta ella ha de ser ejemplar ante el resto de compañeros". Además, el nacionalista majorero espera que si otros miembros del partido apoyan a la diputada, lo hagan saber inmediatamente "porque el silencio no vale".

"Hay que ser coherente. Si hay un problema de conciencia es muy respetable, pero si tu organización política decide otra cosa, lo tiene muy fácil, aunque sea una decisión dura; lo que está claro es que no se puede patrimonializar la representación de una organización política", sostiene.

Además, para las islas orientales la actitud de la diputada coloca a Coalición Canaria en una indeseable tesitura, que el partido intentó evitar al decantarse por la abstención:?el estar vinculado a uno de los dos polos en los que se ha dividido actualmente el panorama político español, en este caso el del bloque "ultraconservador'" del que forman parte el Partido Popular, Vox y Ciudadanos. "Los nacionalistas hemos demostrado que somos los únicos que defendemos los asuntos de Canarias y que también somos responsables con el Estado, y esto no es compatible con sumarse a un bloque que está sacando lo peor, la falta de diálogo y enfrentando a dos Españas", se queja Marcial Morales.

El miembro de Asamblea Majorera entiende que el papel de CC-PNC es el de facilitar la gobernabilidad del Estado en tiempos convulsos, tal y como ya hizo anteriormente, y no contribuir al enfrentamiento y la inestabilidad reinantes desde hace demasiado tiempo.