Ana Oramas dio ayer la campanada en el Congreso. La diputada de CC anunció por sorpresa que votará 'no' a la investidura del socialista Pedro Sánchez como candidato a la presidencia del Gobierno español, saltándose por su cuenta y riesgo el acuerdo adoptado por el Consejo Político Nacional de su partido el día anterior, que había decidido por unanimidad la abstención. Oramas hizo un discurso muy duro contra Sánchez por sus acuerdos con ERC para que con su abstención permitan la investidura. Fue un ataque directo a la posición política del líder socialista, pero evitando incluir en él al propio PSOE, del que incluso llegó a señalar las discrepancias internas respecto al pacto con los independentistas catalanes.

Oramas tenía muy meditada su posición en un marco en el que su voto ya no es, al menos en principio, decisivo para que la investidura prospere, sin mencionar en ningún momento la contradicción con lo acordado en el seno de CC. Pero su anuncio, aunque lo había comentado en algunos círculos cercanos, causó sorpresa y cierta inquietud en las filas socialistas y en el entorno de Sánchez por los posibles accidentes parlamentarios que puedan surgir en la votación y comprometer con ello la investidura. Oramas había hablado por la mañana en su despacho en el Congreso con el secretario general de CC, José Miguel Barragán, y con el senador y expresidente de Canarias Fernando Clavijo, a quienes supuestamente también informó.

Pedro Sánchez, pese a todo, se esforzó en mantener un tono amable con la diputada nacionalista, a la que reclamó en reiteradas ocasiones que reconsiderara su posición de cara a la votación de hoy mismo, en la que el candidato no conseguirá aún la investidura por no contar con la mayoría absoluta de la Cámara, y a la definitiva del martes, cuando, al menos en teoría, sí lo logrará con más votos a favor que en contra.

La intervención de la diputada de CC y el posterior rifirrafe dialéctico con Sánchez dejó en un segundo plano el debate de fondo sobre los compromisos que el candidato está dispuesto a asumir sobre la agenda canaria, que sí fue más directamente puesto sobre la mesa por el diputado de Nueva Canarias, Pedro Quevedo. Oramas apenas hizo referencia a aspectos programáticos sobre temas relacionados con el Archipiélago y se centró en atacar los elementos políticos que, según ella, marcan la investidura en base a los acuerdos de Sánchez con el soberanismo catalán. Aunque mencionó de pasada el acuerdo que los socialistas ofrecían a CC limitado, según ella, exclusivamente al cumplimiento del REF y del Estatuto, se centró en justificar su "no, no y mil veces no" a la investidura considerando que el candidato "se ha arrodillado ante el secesionismo".

Oramas inició su intervención asegurando que "hoy se está inaugurando la demolición del Estado que conocemos" porque el candidato "viene al Congreso para ser investido presidente de todos los españoles ha pactado precisamente con aquellos que no quieren ser españoles". "Aspira a ser presidente de España con el apoyo de quienes quieren destruir España", aseguró. "Usted quería un gobierno gratis total. No le salió. Ahora está dispuesto a pagar el mayor precio que nadie pudo imaginar. Ha pactado usted con los que quieren acabar con la democracia del 78 y la Monarquía parlamentaria", afirmó la tinerfeña desde la tribuna. Denunció que el candidato "ha negociado con los partidos que declararon unilateralmente la república catalana" y que el Gobierno que surja "está dispuesto a abrir un diálogo bilateral entre España y Cataluña".

Oramas acusó a Sánchez de "querer el voto de los canarios para maquillar este desastre" y de tener la "desvergüenza de ofrecernos cumplir la ley". "Han tenido la cara dura de decir que van a cumplir el Estatuto de Autonomía de Canarias y la Ley del REF, pero nuestros fueros no se negocian: se cumplen. ¿O es que me va a decir que si no le votamos a favor no va a cumplir el Estatuto?", interpeló Oramas al candidato antes de espetarle: "¡chantajes a los canarios, no!".

Críticas a Pablo Casado

Pablo Casado

Tras una ligera crítica a la derecha y al líder del PP, Pablo Casado, por ser "corresponsable de lo que está pasando" y acusarle de "tacticismo" y de "lavarse las manos", denunció las "presiones" que ha estado recibiendo para que "traicionara" a las personas que votaron a CC en la idea de que nunca apoyarían a un gobierno en el que estuviera Unidas Podemos y que fuera apoyado por los independentistas catalanes. "No voy a traicionar a Canarias a cambio de que usted cumpla con nuestros fueros porque están muy por encima de usted", afirmó la diputada antes de insistir en que "no voy a ser cómplice de ello y por eso voy a votar no a su investidura".

Pedro Sánchez lamentó que Oramas sume su voto a "la derecha, la ultraderecha y los antisistema" para bloquear la única formación de gobierno posible, y le recordó que "también en el Estatuto de Canarias se reconoce la bilateralidad" que ella denuncia respecto a Cataluña, por lo que dijo no entender "esos resquemores" de la diputada. "Me gustaría que reflexionara y que pasara del bloqueo a una apuesta por el inicio de la legislatura y a lo mejor encontremos puntos de acuerdo", afirmó el candidato, quien consideró que el voto en contra suponía de facto para CC la "pérdida de relevancia en el Congreso". "Creo que el PSOE y CC se han entendido en muchas ocasiones y deje al menos que la legislatura eche a andar con su abstención", le reclamó el candidato a Ana Oramas.

En los turnos de réplica y dúplica, el candidato y la diputada tinerfeña insistieron en sus argumentos. Oramas trató de desmarcar su posición de la mantenida por los otros partidos que no apoyan la investidura y le recordó a Sánchez que "usted ha dicho de sus socios cosas mucho más duras que las que yo he dicho hoy", aclarando en todo caso que si la legislatura echa a andar, ella está dispuesta a pactar leyes, presupuestos o posiciones con el PSOE "porque esta diputada seguirá apoyando a este país y las cosas que sean buenas para los ciudadanos". Sánchez insistió en que no veía "diferencias insalvables" entre CC y el PSOE como para que Oramas no dejara la puerta abierta a una abstención en la votación de hoy o en la del martes próximo.