Los agentes de la Policía Canaria tienen seis meses para borrar cualquier tatuaje visible que tengan en el cuerpo. Así lo establece la nueva orden interna del Cuerpo, una normativa publicada el pasado 24 de diciembre y que no incluye nuevas pautas sobre el aspecto físico de los agentes. Solo recuerda lo establecido en el artículo 39.4 del Decreto 77/2010, de 8 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de organización y funcionamiento del Cuerpo General de la Policía Canaria.

El artículo señala que "el personal no utilizará pendientes, pulseras, collares o adornos análogos. Tampoco harán uso de maquillajes estridentes ni tatuajes ni piercing visibles". La orden, que firma el comisario jefe Luis Alonso Santos, va dirigida a los subcomisarios de las Bases de Gran Canaria y Tenerife para que sean estos los que supervisen directamente al personal e informen a la jefatura en el plazo "improrrogable de un mes" de los agentes que luzcan estas marcas en la piel durante la prestación del servicio, cuando llevan puesto el uniforme o actúen de paisanos.

El informe de los subcomisarios deberá estar acompañado de un justificante o certificado sobre el inicio de sesiones para "el borrado del tatuaje" y el tiempo de duración del tratamiento para "su total eliminación", el cual no podrá ser superior a 6 meses, salvo "causas debidamente justificadas". Los subcomisarios deberán informar a su personal subordinado de que si transcurridos los seis meses estos siguen luciendo los tatuajes, podrán incurrir en responsabilidad disciplinaria.

El delegado del sindicato Comisiones Base (Co.bas) de la Policía Canaria asegura que gran parte del cuerpo está tatuado y que hasta el momento "siempre se ha hecho la vista gorda". Muchos recurren a mallas color carne para ocultar los dibujos en la piel. El portavoz de Co.bas reconoce que tras esta orden la Policía Canaria se ha convertido en el "hazme reír" del resto de cuerpos de seguridad, que hasta el momento solo cuentan con este tipo de restricciones a la hora de acceder al cuerpo. "Este tipo de normas van en contra de los derechos fundamentales", declara Juan Couce, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Las Palmas.

Desde Co.bas aseguran que existe un descontento generalizado tras la nueva orden y que los compañeros "no accederán a borrarse los tatuajes". Consideran que la norma no tendrá ningún efecto.

Francisco López, delegado de Comisiones Obreras (CCOO) de la Policía Canaria asegura que el nuevo texto solo supone un "recordatorio" del Decreto de 2010, pero reconoce que la normativa "debería ser repensada y adaptada a la nueva realidad social". CCOO defiende que los agentes no presenten tatuajes en la cara "ni marcas con mensajes xenófobos, homófobos o de cualquier otra temática hiriente".