Si finalmente Naciones Unidas concede a España la expansión de la plataforma continental de Canarias, lo que de facto supondría otorgarle la soberanía sobre las aguas en que se encuentra el monte Tropic, la eventual explotación de los recursos naturales no saldría gratis, ni mucho menos. Los Estados tienen derecho a explorar y explotar los recursos existentes en el suelo y el subsuelo de su Zona Económica Exclusiva (ZEE), es decir, en el espacio marítimo comprendido entre sus costas y las primeras 200 millas náuticas. Y tienen derecho a hacerlo sin contraprestación alguna, lo que no ocurre, sin embargo, en las aguas que queden bajo su control tras la expansión de la plataforma continental. En resumen, cuando la Comisión de Límites de la Plataforma Continental le reconozca a España la ampliación al suroeste del Archipiélago, como dan por hecho los expertos, el país tendrá derechos sobre otras 150 millas náuticas más a contar desde el límite de la ZEE. Sobre un espacio marítimo, por tanto, de 350 millas náuticas a contar al suroeste del litoral de El Hierro.

En esas 150 millas extras España seguirá teniendo derechos de exploración y explotación, pero en este último caso, como por ejemplo en una eventual extracción del telurio y el cobalto de Tropic, esta quedaría condicionada a la realización de una serie de pagos a la Autoridad Internacional de Fondos Marinos.

Este organismo autónomo se fundó en 1994 para controlar las actividades de investigación, exploración y en su caso explotación de los fondos marinos y se rige por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar). En el caso de que no se le concediera a España la extensión de la plataforma canaria (o si se le concede pero sigue sin haber acuerdo para resolver la cuestión del Sahara Occidental, que en una eventual prolongación de su plataforma también tendría derechos sobre Tropic), aún quedaría una última vía para explotar sus recursos: una dispensa de la Autoridad Internacional de Fondos Marinos, única institución con competencia en las aguas sin jurisdicción nacional.

En este sentido hay que puntualizar que el hecho de que Naciones Unidas valide los argumentos de España para extender la plataforma canaria no significa que ya no hagan falta acuerdos con los otros Estados implicados, sea el Sahara Occidental o sea Marruecos, y hay que recordar que el país que dirige Mohamed VI no está dispuesto a renunciar a la soberanía de sus provincias del sur (ni a la de sus aguas). Así pues, una vez se materialice la autorización, España y Canarias consolidarán sus derechos sobre Tropic, pero esto no implica que el Sahara Occidental pierda los suyos.